¿Os habéis fijado en cuánta
gente corre hoy en día? Es una afición que, por suerte, va en aumento. A casi
cualquier hora del día se puede ver gente corriendo por calles, parques y
montañas, hay quien va solo, hay quien va en grupo, muchos van escuchando
música, a mayoría de los grupos hablando entre ellos y pasándolo en grande. La
prueba por antonomasia de que esta afición está en auge son las carreras
populares. Cada vez hay más carreras (asfalto, montaña, tierra-asfalto, individuales,
por grupos, relevos, parejas…), y, sin importar la distancia que se recorra
(3k, 5k, 10k, 15k, medias maratones, maratones, maratones y media…), cada vez
son más multitudinarias.
Estoy segura de que más de uno
de vosotros, al cruzaros con algún corredor, habéis sentido un poco de envidia,
¿verdad? Y los que ya corréis, seguro que habéis escuchado tantas veces como yo
aquello de “me sería imposible llegar a los 5 kilómetros ” “yo lo
he intentado, de verdad, pero me ahogo enseguida”.
Para mí no son más que
excusas. Nadie os ha dicho que tengáis que correr 5 kilómetros , ni que
os tengáis que dejar los pulmones en el asfalto.
Entiendo perfectamente que hay
gente que se pueda sentir intimidada por la carrera continua, por eso hoy os
voy a dar unos consejos para todos los que queráis comenzar a correr. Son
pautas muy sencillas que harán que, como yo y tantos otros, os acabéis enamorando
de este deporte.
El primer consejo que os doy es,
para mí, el más importante: no
desesperéis. Sobre todo si sois de los que ya habéis intentado correr y os
habéis cansado en menos de 5 minutos. Pensad que es muy normal. Correr no es
fácil, sobre todo si llevas muchos años sin practicar un deporte o nunca has
practicado uno. Por eso mismo se ha de comenzar poco a poco. Hemos de dejar que
nuestro cuerpo y nuestro organismo se acostumbren a la actividad. Igual nos
lleva unas semanas, pero tranquilos, con constancia y paciencia lo lograréis.
Ya veréis que, cuando os acostumbréis, desearéis que llegue el momento de salir
a correr cada día.
Eso sí, aunque estéis empezando
aseguraos de que las zapatillas que
lleváis son las adecuadas. Un gran error que comete muchísima gente es coger
las zapatillas viejas que tienen en casa para salir a correr. Mucho cuidado con
esto porque utilizar unas zapatillas que no estén preparadas para correr puede
acarrearos no sólo dolores de rodilla sino también lesiones graves. Las más
adecuadas son las zapatillas de running.
Con esto no os quiero decir que
tengáis que compraros la gama más alta de la marca más cara que exista, no. Hay
zapatillas de running bastante
económicas. Lo importante es que sean zapatillas adecuadas a la actividad que
vais a realizar (correr por asfalto o por montaña) y a vosotros (peso,
pisada…).
Ahora vamos a hablar de las primeras
sesiones, las más importantes, ya que son las que nos van a hacer ir cogiendo
fondo poco a poco. Con estas sesiones vamos a intentar llegar a correr 30
minutos seguidos en unas semanas. Lo más importante ahora es la paciencia y,
como no, el hacer caso de nuestro cuerpo.
Si nunca habéis corrido, lo
mejor que podéis hacer es combinar el
andar con el correr. El estado físico de cada uno determinará cuántos
minutos vamos a estar andando y cuántos corriendo.
Yo comenzaría saliendo 3 días a
la semana, Lunes, Miércoles y Viernes, por ejemplo. El primer día empezaría con
8 minutos andando de manera rápida (sin llegar a trotar) seguidos de 2 minutos
trotando, volvería a caminar rápido durante 6 minutos y luego correría 2
minutos más, volvería a caminar rápido durante 4 minutos tras los cuales
volvería a correr 3 minutos más y los últimos 5 minutos los haría caminando.
Este sería el primer día. Si os
veis bien, al día siguiente podéis reducir el tiempo que pasáis caminando y
aumentar el que vais corriendo. Si veis que ha sido demasiado, hacedlo al
revés, aumentad los tiempos que pasáis caminando y reducid los que vais
corriendo.
A partir de ahí, se trata de ir
reduciendo el tiempo que se va caminando y aumentando el tiempo que se va
corriendo semana a semana. Haciéndolo de esta manera, en pocas semanas os
sorprenderéis corriendo 30 minutos sin parar.
Ahora, es muy importante que os
quitéis de la cabeza la idea de que correr es ir en sprint. No. Hay que ir a un
ritmo en el que os encontréis cómodos, que os permita respirar sin agobios.
Aquí no es importante ni la velocidad (ya os hablaré de cómo mejorarla en otro
post) ni la distancia recorrida. Lo importante es empezar a correr. Lo mejor
sería que fueseis a un ritmo en el que podáis mantener una conversación, así
tanto el cuerpo como el corazón trabajan y avanzan adecuadamente.
Como ya he dicho antes, la constancia es muy importante. Si os
habéis fijado una rutina de 3 días, no dejéis que nada os impida salir esos
días. Como ya he dicho, una vez superadas esas primeras semanas, querréis salir
más días.
Y, como no, estirad y rehidrataros bien tras cada salida, ayudará a que
nuestros músculos recuperen mejor.
Como veis no hay excusas ni hay
prisas. Si realmente queréis, podéis. Poco a poco, paso a paso, podéis llegar a
hacer que el running se convierta en
una de vuestras mayores aficiones y, por cierto, una de las más saludables. Os
invito a que lo intentéis. Os invito a que, como yo y muchos otros, os
enamoréis de esta actividad… LOVE RUNNING!!! J
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