Seguro que conocéis a algún
vegetariano, o a alguien que ha pensado alguna vez en hacerse vegetariano, o a
alguien que lo está pensando en estos momentos. Normal, el vegetarianismo es un
estilo de vida que está ganando
protagonismo en los últimos años.
Sí, cada vez hay más
vegetarianos, ya sean frugívoros (basan su dieta en frutos secos, semillas y
algunos aceites vegetales), macrobióticos (no ingieren ningún alimento de
origen animal. Basan su alimentación en cereales orgánicos sin procesar),
veganos (son los más estrictos, no consumen ningún tipo de producto de origen
animal, ni miel, ni lana, ni seda…), lacto-vegetarianos (no consumen ni carne
ni huevo, pero sí leche y sus derivados), ovo-lacto-vegetarianos (consumen
productos lácteos y huevos) o cuasi-vegetarianos (no consumen carne roja, pero
sí carne blanca, huevos y lácteos).
Corregidme si me equivoco, pero
seguro que más de un vegetariano que practica algún tipo de actividad física ha
oído alguna vez aquello de “¿haces
deporte y no comes carne? Tendrás una anemia de caballo”, o más de un
amante del deporte se habrá echado atrás y no se habrá hecho vegetariano porque
le habrán taladrado con frases como “si
haces deporte no puedes ser vegetariano, tienes que comer carne”, “si no comes
carne no le aportas las proteínas necesarias al organismo y acabarás quemando
músculo”, “si no comes carne te quedarás sin fuerza”…
Personalmente, creo que si la
naturaleza nos hizo omnívoros es por algo. Pero también creo que cada uno hace
lo que quiere con su vida y nadie tiene por qué meterse en sus decisiones. Sí,
es tan respetable la decisión de llevar un estilo de vida vegetariano como la
de llevar un estilo de vida omnívoro. Por eso hoy voy a intentar desmontar la teoría
de que las personas vegetarianas no van a rendir haciendo deporte. Porque,
señores, ser deportista no está reñido con el estilo de vida vegetariano.
Para empezar, hemos de saber que
la proteína no es lo que da a nuestros músculos la fuerza y la energía para
moverse. La energía principal que
utilizan nuestros músculos para realizar cualquier movimiento la obtenemos de
los hidratos de carbono. Sí, los mismos hidratos a los que la gente tiene
miedo porque piensan que engordan. Tomados en la justa medida, los hidratos de
carbono no engordan (como todo), se almacenan en el hígado y en los músculos en
forma de glucógeno. Nuestro cuerpo lo recupera de estos almacenes y lo
transforma en glucosa, que es la energía que utilizan para realizar
cualquier actividad, nuestra gasolina. Esta es la razón por la que la pasta es la base de la
alimentación de los deportistas de élite (energía sin grasas).
Las principales fuentes de
hidratos de carbono son los cereales, los arroces, las patatas, el pan, las
verduras… Como veis, todos son productos de origen vegetal. Por lo que la gente
vegetariana tiene energía suficiente para poder realizar cualquier tipo de
actividad.
También hay que tener en cuenta
que los vegetales alcalinizan el medio celular, lo que favorece la digestión de
los hidratos de carbono. Esto va a hacer que aumente la resistencia y mejore la
recuperación tras el ejercicio.
Por otro lado está el mito de la proteína. Para muchos
deportistas la proteína es la base del desarrollo muscular. Ya que la mayor
fuente de proteína de alta calidad es la carne, para ellos es inconcebible la
dieta vegetariana.
Aquí, en parte, les he de dar la
razón. La proteína suele ser la deficiencia más común en la gente vegetariana.
Esto es porque nuestro organismo absorbe peor la proteína vegetal que la
animal. Además, la proteína vegetal es de peor calidad que la animal. Esto
quiere decir que mientras los productos cárnicos contienen gran cantidad (si no
todos) los aminoácidos esenciales (aquellos que nuestro cuerpo no sintetiza por
sí solo. Se los hemos de administrar a través de la alimentación), los
productos vegetales no tienen la cantidad suficiente de estos aminoácidos.
Pero esto no quiere decir que un
vegetariano no pueda obtener proteínas de la misma calidad que un omnívoro.
Todo lo contrario. Por supuesto que puede. Sólo tiene que saber qué alimentos
combinar para lograrlo. Si, por ejermplo, en una comida combinamos legumbres
con grano entero (pan integral, por ejemplo) las proteínas que obtiene nuestro
organismo son de la misma calidad que si comemos un chuletón de carne roja.
Esto es algo que hemos de tener
en cuenta tanto los vegetarianos como los entrenadores. Hay que extremar los
cuidados en la dieta de un deportista vegetariano. Si eres entrenador o
preparador físico y tienes a tu cargo a algún deportista vegetariano, por
favor, envíalo a un buen especialista (nutricionista o endocrino) que le
aconseje sobre qué alimentos tomar y cómo hacerlo para obtener las proteínas y
los aminoácidos esenciales necesarios para su actividad.
Otro problema que suele acarrear
la dieta vegetariana es el hierro.
Nuestro organismo absorbe mucho mejor el hierro procedente de fuentes animales
que el procedente de fuentes vegetales. Pero a favor de los vegetarianos cabe
decir que consumen gran cantidad de vitamina C, por lo que la absorción
intestinal de este mineral es mucho mayor en ellos que en la gente que apenas
consume fruta y verdura.
Especial cuidado han de tener
los vegetarianos estrictos, ya que corren el peligro de sufrir carencias de ciertas vitaminas como la B-12 presente básicamente
en alimentos de origen animal, o la D presente en
lácteos. Una vez más, os aconsejo que visitéis a un especialista en nutrición
para que os aconseje no sólo qué alimentación seguir, sino también para que os informe de si necesitáis algún tipo de suplementación natural y cuál sería la adecuada para no sufrir estas carencias.
A parte de todo esto cabe
mencionar que especialistas en medicina deportiva han realizado varios estudios
y no encuentran apenas diferencia entre vegetarianos y omnívoros en lo relativo
a rendimiento deportivo, capacidad aeróbica y anaeróbica y resistencia.
Si aún así no estáis convencidos
de que la dieta vegetariana y el deporte no están reñidos, os comentaré que
ciertos deportistas de élite han confesado ser vegetarianos o seguir una dieta
vegetariana durante sus períodos de preparación. Sí, como lo leéis, deportistas
como el gran Carl Lewis (velocista), Martina Navratilova (tenista retirada),
Serena Williams (tenista), Rose Murray (nadadora), Dave Scott (Iron Man), entre
otros han confesado llevar este estilo de vida y coincidiréis conmigo en que no
les ha ido mal, ¿no?
Como veis, da igual el tipo de
dieta que sigáis. Vegetarianos, omnívoros… Si la dieta está bien llevada, si es
equilibrada, todos tenemos las mismas ventajas. Así que, dejad de discutir si
un estilo de vida es mejor que el otro. Disfrutad de cada comida, disfrutad de
vuestro estilo de vida y, sobre todo, disfrutad de lo que más os gusta, el
deporte. J
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