Hoy voy a hablaros de una de las
actividades estrella, una actividad que, verano a verano, demuestra tener más
adeptos, bueno, y ya no sólo en verano, cada vez hay más gente que monta en
bicicleta sea la época del año que sea.
Montar en bici es una gran
alternativa al coche para ir a trabajar si trabajas en la misma ciudad en la
que vives, es una gran manera de divertirse en familia y de pasar mañanas
inolvidables con los amigos. Si os fijáis bien es muy raro ver a ciclistas
solos rodando por ciudad o por montaña. Por lo general predominan las parejas y
los grupos. Cuando veo un grupo de ciclistas me da la impresión de que se lo
pasan realmente bien, disfrutan de lo que hacen y de la compañía, e incluso me
dan sensación de libertad, se sienten totalmente libres sobre sus bicicletas.
¿A vosotros no os da esta impresión?
A parte, si conocéis a alguien
que practique esta actividad asiduamente, preguntadle por qué montan en bici.
Preguntadle si se encuentran igual ahora, que realizan esta actividad, que
antes de pedalear. Todos, sin excepción, os responderán que se encuentran mucho
mejor desde que pedalean aunque sea media
horita al día. Sí, todos saben que se encuentran mejor cuando realizan esta
actividad, pero he realizado la prueba, he preguntado a varios asiduos a la
bicicleta si conocen sus beneficios, y he descubierto que muy pocos podían
responder a esta pregunta. Todos saben que se notan las piernas y el glúteo más
fuertes, que se encuentran más ágiles, pero no saben el por qué de esa
agilidad, de ese bienestar. Bueno sí, hay quien asegura que el mayor beneficio de montar en bici es el
almuerzo que nos metemos entre pecho y espalda antes de volver a casa. ¡Eso es
lo que nos hace sentir bien!
Nadie pone en duda lo buenos que
son los almuerzos de los ciclistas. Están adquiriendo fama legendaria. Pero no,
aunque estoy segura de que os hacen sentir muy bien, yo
prefiero centrarme en los beneficios físicos de esta actividad, que es de lo
que os voy a hablar hoy.
Igual no lo sabéis, pero montar
asiduamente en bicicleta os puede ahorrar varias visitas al médico, ya que está
comprobado que, entre otros, aporta los siguientes
beneficios a la salud:
-
Reduce el riesgo de sufrir
infarto hasta en un 50%. Esta es una actividad que hace que se reduzca lo que llamamos el colesterol malo (LDL) en sangre, por lo
que se disminuye la posibilidad de que se endurezcan los vasos sanguíneos y que
aumente el colesterol bueno (HDL), que
hace que nuestros vasos sanguíneos estén flexibles y saludables permitiendo que
la sangre circule sin problemas. Así, la frecuencia cardiaca máxima aumenta
mientras que la presión arterial disminuye. Por decirlo de manera sencilla,
hacemos que nuestro corazón ahorre esfuerzos.
Para lograr una máxima
efectividad, os aconsejaría trabajar con intervalos, es decir, con cambios de
ritmo. Primero calentaría suave hasta alcanzar vuestro ritmo de pedaleo y luego
intercalaría cada 15 minutos rodados 3 ó 4 minutos a una intensidad mayor (80-85%
de vuestras pulsaciones máximas)
-
Evita dolores de espalda. Muchos dolores de espalda se
originan por la inactividad, cuanto menos te mueves menos alimento llega a tus
discos intervertebrales que van perdiendo así su capacidad para amortiguar
impactos. Además, la falta de ejercicio atrofia la musculatura de la espalda
que va perdiendo su función de “muelle”. El movimiento regular de las piernas
producido por el pedaleo fortalece la zona lumbar y los músculos
intervertebrales, de manera que la columna va a estar protegida de vibraciones
y golpes, previniendo así la formación de hernias discales
Para redondear el trabajo de
vuestra zona central y mantener una buena compensación muscular, deberíais
completar cada salida en bicicleta con unos ejercicios abdominales.
-
Evita impactos en las rodillas. Al montar en bicicleta las
rodillas están seguras, ya que entre el 70% y el 80% del peso corporal descansa
en el sillín. Así, ni las articulaciones ni los cartílagos soportan grandes
cargas. Si queréis aseguraos de que vuestras rodilla no sufren, evitad los
recorridos muy duros.
-
Mejora el sistema inmunitario. Esto es debido a que el
pedaleo activa los fagocitos, células conocidas como “comebacterias”. Hay
doctores que han llegado a afirmar que “es
como si las células que se encargan de la defensa del cuerpo que estaban
dormidas despertasen de un largo letargo mediante el pedaleo”, e incluso
destacan los beneficios de la bicicleta para personas con ciertos procesos
cancerígenos.
-
Es uno de los mejores
antidepresivos.
Al montar en bicicleta segregamos endorfinas, la conocida como “hormona de la felicidad”. Una hormona
que nos hace sentir bien. Esta hormona aumenta cuando se pasa más de una hora
sobre la bicicleta. Eso sí, no sobrepaséis vuestros límites o lograréis el
efecto totalmente opuesto. Sí, está demostrado, los que montan regularmente en
bicicleta sufren menos depresiones y demás enfermedades psicológicas.
Además de todo esto, hemos de
tener en cuenta que nunca se es mayor para comenzar a realizar esta actividad.
Cualquier persona a cualquier edad, sea cual sea su condición física, puede
empezar a pedalear notando todos estos beneficios. Eso sí, no pequéis de
superhombres, adaptad la frecuencia, la intensidad y la duración de vuestras
salidas a vuestra condición física. Os sorprenderéis de lo que avanzaréis en
pocas semanas.
Como veis, da igual la edad, que
sea en solitario, en familia, con amigos, por asfalto, por montaña… Si os
acostumbráis a salir de manera regular en bicicleta, los beneficios que
obtendréis son muy importantes, la diversión máxima y, sí, los almuerzos
legendarios. Os animo a que lo intentéis, a que cojáis la bicicleta siempre que
podáis. Como siempre pasa, al principio os costará, os dará pereza, pero día a
día veréis como esas dos ruedas os enganchan a una vida llena de diversión,
libertad y salud.
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