En mi trabajo, veo diariamente a
gente preocupada por su físico. Gente que entrena duro para lograr un objetivo.
Gente, ante la que me quito el sombrero, que se esfuerza por llevar una vida
cada vez más sana.
Por otro lado también veo gente
que piensa que haciendo algo de ejercicio diario puede borrar de su cuerpo las
señales de una mala alimentación, o de unos vicios alimenticios. Lamento
comunicar que esto no funciona así. Como siempre digo, los buenos resultados se consiguen llevando una vida sana, y una
vida sana se compone no sólo de ejercicio diario, sino también de una dieta
equilibrada y sana.
Para que una dieta sea
equilibrada ha de incluir la cantidad correcta tanto de macronutrientes
(hidratos de carbono, proteínas y grasas) como de micronutrientes (vitaminas y
minerales), ambos vitales para el correcto funcionamiento de nuestro organismo.
Para que esta dieta sea sana ha de evitar excesos, fritos, grasas saturadas y
trans, y, sobre todo, lo que yo llamo vicios alimenticios.
A mi parecer, deshacerse de
estos vicios es lo más difícil. ¿A
qué me refiero con vicios? Muy
sencillo: ese refresco de cola que acompaña las comidas (aunque sea light), esa galletita o chocolate que te
ponen en la cafetería acompañando tu café y que, por su puesto, te comes, esa
onza de chocolate que te tomas después de la comida, ese mini-croissant que te
pides cada vez que almuerzas con los amigos, ese vaso de cacao que te tomas
antes de acostarte… La lista sería interminable. Pensadlo, ¿a que tenéis alguno
de estos vicios?
No sé si os habéis dado cuenta,
pero todos estos vicios, y la gran
mayoría de los que se os puedan ocurrir, tienen algo en común: el azúcar
refinado. Algo que, aunque muchos se niegan a admitirlo, es adictivo. Tanto es
así que la industria alimenticia cada vez lo añade más a los alimentos
procesados, sabiendo que así aumentará la demanda.
Sé que hay muchos estudios que
avalan las propiedades nutricionales
del azúcar. Pero también sé que estos estudios han sido patrocinados por grandes
marcas a las que les interesa que la gente piense que el azúcar es bueno para
la salud. Tened cuidado, pensad que si la OMS (Organización Mundial de la Salud ) ha recomendado
reducir la ingesta máxima diaria de este producto es por algo.
Como siempre digo, el azúcar
está cargado de calorías vacías, es
decir, no contiene ni vitaminas, ni minerales, ni ningún otro nutriente
necesario para nuestro organismo. Así, nuestro cuerpo no sabe qué hacer con
estas calorías y las almacena en forma de grasa.
Teniendo esto en cuenta, y
sabiendo que comienza la temida operación bikini, decidí proponer un
reto a mis alumnos. Un reto lanzado con la intención de intentar que no caigan
en la tentación de seguir una de las peligrosas dietas milagro. Propuse estar un mes sin tomar azúcares refinados.
Son muy pocos los que se
comprometieron a intentar el reto. Muchos dijeron que no alegando que es
imposible no comer dulces en determinadas fechas, otros alegaron que no pueden
vivir sin alguno de esos vicios, y,
de entre todas, la frase que más escuché fue : “total, con el poco azúcar que
como no se notará tanto”. Ésta es la frase que impulsó el post que
escribo hoy. Yo, una persona que realiza actividad física a diario, que sigue
una dieta equilibrada y limpia desde hace años, me comprometí ha realizar el
reto y a hacer públicos los resultados. Pues aquí están.
He de confesar que me sorprendí
a mí misma teniendo más vicios de los
que pensaba, que mi dieta sí, era equilibrada y limpia pero no del todo sana.
También me sorprendió descubrir que era una de las que piensa aquello de “total,
si lo voy a quemar, no pasa nada”. Pues sí que pasaba.
Os comento: cada vez que tomaba
un cortado (alguna hora libre entre clases o cuando quedaba con alguna amiga)
le echaba el saquito de azúcar y, por supuesto, me comía el chocolate o la
galletita que ponen acompañándolo. El día que meriendo fuera de casa siempre
pedía algo dulce porque mis clases ese día son más intensas y, aparte de pensar
aquello de “lo voy a quemar”, tenía
la falsa idea (que tienen muchos) de
que el azúcar da energía. Y cuando
comía en casa de mis padres siempre acompañaba la comida con refresco de cola y
tomaba algo dulce para acompañar el café (que, por supuesto, llevaba su
cucharadita de azúcar).
Como veis, en comparación con
otros, yo no comía tanto dulce y, además, soy una persona físicamente muy
activa.
Así que comencé el reto.
Confieso que al principio costó un poco. Acostumbrarse al sabor del café sin
azúcar, decir que no a chocolates, galletas y postres… No, no es fácil. Pero
esto sólo duró unos días. Enseguida mi mente se acostumbró a que el café ya no llevara
nada dulce y a que los domingos ya no hay refresco de cola ni postre dulce.
Aquí tengo que hacer un inciso,
cuando comencé el reto muchos se pensaron que pretendía hacer una dieta
cetónica. NO. Como bien sabéis, estoy muy en contra de este tipo de dietas, que
eliminan algún macronutriente vital para nuestro organismo (en breve os hablaré
de estas dietas). Mi dieta ha seguido
siendo la misma durante este mes (arroces, pastas, patatas, huevo, leche y
lácteos, carnes blancas y rojas, fruta, verdura, cereales…). He seguido
comiendo de todo, con mi dieta equilibrada y limpia. Sólo la he hecho más sana.
El caso es que empecé a notar cambios físicos en la primera semana de
reto y en la segunda semana me
encontraba mucho mejor, no sólo físicamente, me sentía con más energías que
cuando tomaba azúcar y me mejoró el humor notablemente. Todos estos
cambios, tanto físicos, como fisiológicos y psíquicos, me hizo buscar
información. Ahora estaba segura al 100% de que el azúcar no es tan bueno como
nos venden en la televisión. Quería saber qué le hace el azúcar a nuestro
organismo, porque, sinceramente, me encuentro mucho mejor ahora que no lo tomo
que cuando lo tomaba. Lo que encontré confirmó mis dudas, el azúcar no es nada bueno para nuestro organismo.
Como ya he comentado en más de
una ocasión, nuestro cuerpo almacena las calorías que consumimos de azúcar en
forma de grasa, y, sí, lo habéis adivinado, esa grasa no es de la considerada
como grasa buena. Así que el consumo de azúcar puede aumentar
los niveles de colesterol malo (LDL) y con ello aumenta el riesgo a sufrir
enfermedades cardiovasculares.
Por otro lado, su absorción es
muy rápida, por lo que genera un estado de hiperactividad y euforia repentina.
Pero ese pico dura muy poco tiempo, en cuestión de minutos pasamos a sentirnos
cansados y desganados. Estos picos tan rápidos alteran el sistema nervioso, lo que hace que nos volvamos irritables,
agresivos y que nos sintamos, en general más débiles.
También hay que tener cuidado
porque el azúcar blanco está considerado como un gran descalcificador óseo. Cuando nuestro cuerpo lo metaboliza,
produce unos residuos ácidos que ha de neutralizar. Para poder hacerlo necesita
calcio, un calcio que ha de coger de nuestros huesos. Así que mucho cuidado
porque puede acelerar la aparición de osteoporosis, artrosis, artritis… Pero no
sólo crea un déficit de calcio, también lo crea de magnesio y vitaminas (sobre
todo de las del grupo B, lo que provoca trastornos en el sistema nervioso).
Por otro lado también debilita el sistema inmunitario
favoreciendo el aumento de bacterias, parásitos y hongos creando infecciones
como la persistente cándida.
Además, el hecho de que cree
déficit mineral en nuestro organismo puede hacer que no asimilemos bien los
alimentos. Para poder asimilar los alimentos estos son descompuestos por
enzimas que sólo funcionan correctamente cuando el equilibrio mineral de
nuestro cuerpo es apropiado. Si el equilibrio no es correcto, nuestro cuerpo no
asimila bien los alimentos, pudiendo llegar a provocar alguna alergia alimentaria.
Como veis no exagero cuando digo
que me encontraba mejor a los pocos días de comenzar el reto. En ningún momento
me sentí decaída o de mal humor. Todo lo contrario, mi humor ha ido mejorando
con los días y, día a día, me he sentido con más energía, algo que he notado en
todas y cada una de mis clases.
A estas alturas y, más ahora que
sé todo lo que el azúcar puede dañar mi salud, he tomado la determinación de
seguir sin tomar azúcar. No hace falta para nada.
Ahora, ya que este reto comenzó
como algo físico, intentando evitar que la gente empezase con las dietas milagro os comento lo que le ha
pasado a mi físico en las últimas 4 semanas.
Aunque no me podía quejar de mi
físico, como he comentado comencé a notar cambios desde la primera semana.
Estos cambios fueron muy llamativos la primera semana (cuanto más hay que
perder más rápido se pierde), sí, pero no han parado durante todo el mes.
En resumen, en estas cuatro
semanas he perdido 2kgs de peso. También he perdido más del 2% de grasa
corporal, por lo que puedo decir que el peso que he perdido es grasa corporal,
no músculo. Algo que también queda corroborado por el volumen perdido: en estas
cuatro semanas he perdido 6cm de contorno de cintura, 9cm de contorno de cadera
y 3cm de contorno en cada pierna.
Pues sí, no me podía quejar de
físico, pero ahora mi cuerpo se ve más definido, más acorde a mi profesión, más
de acorde a mi dieta y mi entrenamiento.
Como veis, el azúcar no aporta
ningún beneficio a nuestro organismo. Más bien al contrario, lo daña a todos lo
niveles. ¿Buscáis una vida saludable? Eliminad este producto de vuestra dieta,
vuestro cuerpo lo agradecerá. ¿Buscáis un cambio físico? No acudáis a las
peligrosas dietas milagro, es tan
sencillo como seguir una dieta equilibrada y eliminar el azúcar. Habéis visto
mis resultados, ¡funciona! Y si yo, que casi no consumía azúcar, he logrado
estos resultados, imaginaos qué le pasará a una persona con más vicios…
Os animo a que lo hagáis. Retaos
a pasar un mes sin azúcar. Veréis que dejaréis de necesitarlo y que mejoraréis
en todos los aspectos. Ya me contaréis. J
Para cualquier consulta: mejorsiesconsalud@gmail.com
Para cualquier consulta: mejorsiesconsalud@gmail.com
¡Me ha encantado tu artículo! Es una pasada, y como bien dices bastante dificil de conseguir. Ayer me puse a analizar el azúcar que tomo en un día normal, y me sorprendí negativamente la cantidad de azúcar que tomaba, y como tú, trabajo también con el cuerpo. Pero lo peor fue hoy, intentando empezar el reto, me fue imposible empezar porque... TODO EN MI CASA TENÍA AZUCAR REFINADO. Entonces, me puse a pensar aún más en la cantidad de azúcar que tomo, y es alarmante. Así que voy a buscar un listado de los productos que tienen azúcar refinado, qué tipos de edulcorantes les ponen a los alimentos, y cómo reconocerlos en las etiquetas, para así en la siguiente compra que realice evitarlos y poder empezar mi reto.
ResponderEliminarGracias por iluminarnos con tu sabiduria.
Gracias a ti por leerme, Oscar. Para mi es un placer compartir este blog.
EliminarEn cuanto pueda te envio unas pautas que descubrí mientras investigaba sobre el tema (como leer las etiquetas).
Gracias por todo! 😊
Te quiero amore, me encanta tu blog. Gracias por tus consejos y por compartir.
ResponderEliminarINMA BLANDIBLUE.
Mil gracias a vosotros por leerme!!! Love you!!! :)
EliminarAaaay mujer quedaste genial !
ResponderEliminarPodrías compartir con que alimentos reemplazaste lo dulce? ya sabes, hoy todo tiene azúcar ><
Saludos, sigue así :)
Muchísimas gracias Camila!
EliminarNo reemplacé el dulce por nada, simplemente dejé de tomarlo.
En mi caso, no fue muy difícil ya que nunca compro cosas precocinadas (todo lo que como lo cocino yo, ingrediente a ingrediete). Todos los ingredientes que empleo son naturales (el pescado de pescadería, la carne de carnicería, la fruta de frutería...), no piso para casi nada el supermercado. Vale, los productos me salen más caros, pero me aseguro que no están tratados.
Lo único que cambié es que dejé de comer pan de molde y comencé a comer sólo pan elaborado en panadería (de manera natural) y, como digo en el post, dejé de comer el poco azúcar que tomaba.
Yo no reemplacé el azúcar por nada. Hay gente que también ha dejado de tomar azúcar que lo ha reemplazado por edulcorantes tipo stevia. Eso sí, si tomas stevia, cómpralo en dietéticas. El que venden en los supermercados (marca Stevia), lo compró Cola-cola hace un tiempo... Desde entonces ya no lleva casi nada de stevia...
Muchas gracias por leerme, si tienes cualquier duda estoy por aquí. :)