Creo que, si no todos, la gran
mayoría de vosotros conoceréis a alguien que, cuando sale a comer por ahí, no
pide determinados postres porque llevan chocolate y “voy a engordar mucho”. Seguro que conoceréis a alguien que, cuando
os ve disfrutar de un pedazo de chocolate dice aquello de “¡hala! ¿Comes chocolate? ¡Con lo que engorda!”
Hoy voy a intentar que cambien
de opinión todos aquellos que piensan que comer chocolate es malo. Todos
aquellos que se niegan a probar este dulce manjar porque “engorda”.Yo no os voy a decir que no comáis chocolate, os voy a
pedir que no os atiborréis de chocolate. Pero comer, ¡claro que podéis comer!
Porque en contra de lo que casi todo el mundo piensa, el chocolate tiene
muchísimos beneficios para nuestra salud.
Sí, así es. Y no lo digo por
decir. Está comprobado científicamente. El principal componente del chocolate,
el cacao, tiene más de 300 componentes identificados, y la gran mayoría de
ellos, de una manera u otra, aportan grandes beneficios a nuestro organismo. Entre otras cosas, tiene gran concentración de minerales y vitaminas, encabeza la lista de
alimentos con propiedades antioxidantes y es una muy buena fuente de fibra.
Y, ¿cómo beneficia todo esto a
nuestra salud? Fácil. Os voy a explicar los que son, para mí, los beneficios más
importantes que va a aportar a nuestro organismo comer un trocito de
chocolate al día.
Voy a empezar con este dato: el
cacao encabeza la lista de alimentos con
propiedades antioxidantes. Los antioxidantes son un conjunto de vitaminas,
minerales, colorantes naturales y otros compuestos de vegetales y enzimas que
ayudan a bloquear los efectos de los radicales libres. Esto es, ya de por sí,
un beneficio, ya que los radicales libres son los responsables del
envejecimiento prematuro del organismo. Pero de entre todos los antioxidantes,
en el cacao destacan los flavonoides.
Los flavonoides, algo que todo
el mundo ha oído nombrar por la televisión como algo muy bueno, pero que nadie
sabe lo que es. Pues ya lo sabéis, son unos antioxidantes presentes en el
cacao. Estos antioxidantes estimulan la producción de ácido nítrico, una
molécula que promueve la vasodilatación, es decir, que aumenta el calibre de
los vasos sanguíneos. Esto hace que se incremente el flujo de sangre haciendo
que se mantenga estable la presión
arterial. Éste es uno de los motivos por el que está comprobado que el
consumo de chocolate puede prevenir
enfermedades cardiovasculares. Si la sangre fluye sin problemas y la
presión arterial es estable, es más difícil que ocurran accidentes
cardiovasculares.
A parte, los flavonoides, al
actuar a nivel celular, no sólo combaten los radicales libres, sino que además evitan la formación de células cancerígenas.
Por lo que consumir chocolate de forma moderada puede ayudar a reducir el
riesgo a padecer esta enfermedad.
Además, hay estudios que
demuestran que los flavonoides mejoran el sistema que activa el pensamiento,
con lo que mejoran la función cerebral,
y también mejoran la capacidad de ver en
condiciones difíciles.
Por otro lado, los efectos
antioxidantes pueden influir de manera directa y positiva sobre la resistencia
a la insulina, ayudando a reducir el
riesgo a padecer diabetes.
Otro de los componentes
importantes del cacao es la teobromina,
un alcaloide. Actúa como estimulante no adictivo del sistema nervioso central.
Es más suave que la cafeína, pero tiene un efecto más prolongado. Este
alcaloide ayuda al cerebro en la producción de anandamida, compuesto químico orgánico y neurotransmisor. La
anandamida funciona como un regulador natural del humor. Está demostrado que
tiene efectos sobre la concentración y el enfoque y que ayuda contra la depresión.
La teobromina, además de ser un
estimulante suave del sistema nervioso, tiene, al igual que el café, efecto diurético, por lo que ayuda a
mantener nuestros riñones sanos.
Además, Harvard Medical School ha demostrado que el consumo de chocolate
negro baja los niveles de colesterol
malo (LDL) y aumenta los de colesterol bueno (HDL).
Por si esto fuera poco, posee un
alto contenido en minerales como el
Magnesio, el Hierro y el Cromo, muy necesarios para el correcto funcionamiento
de nuestro organismo.
Como veis, comer chocolate no es
tan malo como os pensabais. Eso sí, hay que saber qué chocolate comer. Tened en
cuenta que estos beneficios los aporta el cacao, por lo que, cuanta mayor sea
la concentración de cacao, mayores los beneficios. Así que intentad evitar ese
chocolate que anuncia la vaca tan apropiadamente teñida de lila, y por supuesto
huid del chocolate blanco, eso no es
chocolate, no tiene nada de cacao, es pura manteca azucarada (eso sí que
engorda, y mucho. Además no aporta beneficio ninguno).
Mi consejo es que tengáis
siempre en la nevera chocolate negro (60% de cacao como mímino) y, si os
apetece, os toméis un trocito al día. Sólo un trocito, con eso hay suficiente.
Si os coméis toda la tableta, más que beneficios, notaréis como crecen los
michelines.
Lo dicho, no os atiborréis a
chocolate. Pero un cuadradito a día no aporta ningún michelín y sí muchos
beneficios.
Eso sí. Si sois de esas personas
a las que no les gusta el chocolate, no lo comáis, no os pasará nada malo. Pero si
sois como yo, unos amantes del chocolate, disfrutad de un trocito al día, que
tampoco os pasará nada malo. J
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