¿Vosotros qué sois, de azúcar o
de sacarina? He aquí una dicotomía más. Sí, igual que si te gusta el fútbol has
de ser del R. Madrid o del FC. Barcelona, o en ropa deportiva eres de Niké o de
Adidas, o a la hora de elegir una mascota eres de perros o de gatos… Ahora
muchos de vosotros estaréis pensando “perdona,
pero hay otros equipos de fútbol, yo soy del Villarreal CF:”, o “pues yo me compro Puma y creo que no hay
marca mejor”, o “pues para mí la
mejor mascota es un hamster”. Os tengo que dar la razón, siempre hay mucho más
de donde elegir, pero, por lo general, la gente tiende a simplificar todas las
listas, a reducirlas a dos elementos.
Con la manera que tenemos de
endulzar nuestros desayunos, nuestros postres y nuestras infusiones pasa exactamente
lo mismo. Igual pensáis que sólo hay dos maneras de hacerlo, o con azúcar o con
sacarina, pero no es así. Hay otras maneras de endulzarnos la vida, y de entre
ellas, una que, además, aporta grandes beneficios para nuestra salud. La miel.
Hoy en día, con el debate azúcar
vs. sacarina abierto, mucha gente se encuentra algo perdida a la hora de elegir
con qué endulzar el cortado o la infusión. Está claro que el azúcar es muy
calórico, y que son calorías vacías, esto es, son calorías que no aportan
ningún nutriente a nuestro organismo, calorías que consumimos sin ningún tipo
de beneficio. Por otro lado está la sacarina, cero calorías, sí, pero producida
de manera poco natural por lo que se está estudiando si puede tener algún tipo
de efecto nocivo sobre nuestro organismo. He ahí la duda, ¿qué elegir?
Para mí la respuesta es muy
sencilla. Yo prefiero endulzarme las infusiones y postres con miel. Un producto
totalmente natural, que, además de estar buenísimo, endulza a la perfección y,
sí, vale, es calórico, pero las calorías
que nos aportan están llenas de nutrientes y beneficios para nuestro organismos
y, por ende, para nuestra salud.
Como lo leéis, la miel es rica en aminoácidos esenciales
(aquellos que nuestro cuerpo no es capaz de sintetizar por sí mismo. Se los
hemos de proporcionar a través de la alimentación) y en ácidos orgánicos.
Además posee gran cantidad de minerales
(azufre, hierro, calcio, potasio, fósforo, magnesio, cobre, manganeso) y vitaminas (C y del grupo B). Como
veis la miel es un alimento indispensable
para todos los que practicamos deporte, nos sólo nos ayuda a recuperar tras
el ejercicio sino que, además, nos ayuda a prevenir calambres por la cantidad
de minerales que tiene. Así mismo, su contenido en hierro puede ayudar a
prevenir la anemia.
Sí, las propiedades de este
dulce alimento han sido estudiadas durante años y son innumerables. De entre
los estudios realizados al respecto voy a destacar uno llevado a cabo en la Universidad de
Illinois (E.E.U.U.). En este estudio se observó que la miel tiene la misma
acción antioxidante que las frutas y las verduras. Así, ayuda a reducir el colesterol y, por lo tanto, ayuda a disminuir el
riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares.
También está totalmente probado
que es antiséptica y bactericida, ya
que entre sus componentes nutritivos destacan las inhibinas, unas sustancias
que tienen la capacidad de luchar contra las bacterias y los microorganismos
patógenos de nuestro organismo. Eso sí, hay que tener en cuenta que, en caso de
una infección grave, no sustituye a los antibióticos.
Por supuesto, he de comentaros
que tiene propiedades diuréticas y
laxantes, suaves pero eficaces. Por lo que, si retenéis líquidos o tenéis
problemas para ir al baño, la miel puede ser una gran aliada.
Estos son sólo unas pocas de las
propiedades que posee la miel, para mí las más destacables. Si, aun así, no
acabáis de convenceros, os comentaré que la
miel contiene mucha más agua que el azúcar, por lo que, a la misma cantidad
consumida de uno y otro producto, la miel tiene menos calorías que el azúcar.
Eso sí, puede haber gente que
esté pensando “mi problema es que no me
gusta la miel”. Pues sí, la verdad es que es un problema, y contra eso poco
se puede hacer. Lo único que os puedo aconsejar es que probéis a echar miel,
pero poca. Media cucharadita de café es más que suficiente para endulzar una
infusión o un vaso de leche, unas gotas son suficientes para hacer una buena
vinagreta para aliñar ensaladas… Al ser un alimento tan dulce no hace falta
mucho. Pero piensa que, por poco que tomes, vas a notar todos los beneficios.
Otra duda que puede surgir es “pero es que en las cafeterías no sirven
miel”. Sinceramente, creo que si en las cafeterías no la ofrecen cuando
pedimos infusiones, cortados, cafés, etc., es porque nadie la pide. Si nos
acostumbrásemos a pedirla, seguro que la ofrecerían.
Yo lo tengo muy claro. Si,
además de estar tan buena como está, me ayuda a recuperarme después de hacer
ejercicio, me ayuda a mantener el corazón sano y mi sistema inmunológico
fuerte, teniendo la cantidad de vitaminas y minerales que tiene y si me ayuda a
combatir enfermedades… Yo, entre azúcar y sacarina, escojo la miel. J