¿Alguna vez os ha entrado un
ataque de risa? Estoy segura de que sí. A todos nos ha pasado alguna vez.
Pensadlo, ¿cómo os habéis sentido después? Fatigados pero estupendos, ¿no?
Por lo general, tanto la risa
como la sonrisa son de las cosas más infravaloradas que existen. Es algo que
cuando somos niños utilizamos sin parar, pero que, al ir madurando, vamos
perdiendo. Estoy segura de que si esto pasa es porque nadie, o casi nadie,
conoce lo beneficiosa que es una buena carcajada para nuestra salud. Más bien
al contrario, nos negamos a sonreír o a reír a mandíbula batiente porque “me van a salir arrugas”. Pero eso no es
así, amigos. Hoy he decidido intentar que el mundo sea, si no más feliz, al
menos sí más sonriente. Voy a contaros todo lo que hace la risa por nuestra
salud.
No penséis que lo que os voy a
contar hoy son meras conjeturas. Todo esto ha sido estudiado y probado
científicamente. Sí, el mundo de la ciencia, allá por los años 70, se interesó
en los efectos que tiene la risa sobre el organismo, ya que un periodista
(Norman Cousins) que sufría una enfermedad degenerativa aseguró que cuando veía
películas de humor notaba disminuir su dolor. Tras varias investigaciones, se
descubrió que al reír segregamos las ya
conocidas endorfinas, la hormona de la felicidad, un analgésico natural
que, entre otras cosas, ayuda a paliar
el dolor.
A partir de aquí se ha seguido investigando sobre este fenómeno que va desapareciendo con la edad. Todos los estudios que se han realizado a lo largo de los años han concluido lo mismo: la risa tiene efectos positivos tanto a nivel físico como a nivel psicológico.
Para empezar, los espasmos que
se producen en el diafragma cuando nos reímos fortalecen los pulmones y el corazón. Además, reduce la presión arterial, por lo que disminuye el riesgo a sufrir
enfermedades cardiovasculares. Y, a la vez, las contracciones del los músculos
abdominales facilitan la digestión.
Por otro lado, la carcajada hace
vibrar la cabeza despejando la nariz y
el oído, por lo que se puede decir que es muy beneficiosa para gente con
problemas de asma, alergias y sinusitis. En general, está probado que la risa
mejora la respiración.
Ahora viene la sorpresa. En
contra de lo que todo el mundo piensa, reír no produce arrugas. Sucede al
contrario. Está probado que el hecho de reír tonifica los músculos de la cara y rejuvenece la piel, por lo que tiene
un efecto antiarrugas. Como lo oís. Reír va ha hacer que se retrase la
aparición de las temidas patas de gallo.
Pero no sólo tonifican los
músculos de la cara. ¿Sabíais que para reírnos ponemos en funcionamiento unos 400 músculos? Como veis, reír, además,
nos ayuda a mantenernos en forma.
No está de más comentar que cada
vez que reímos reforzamos nuestro
sistema inmunológico.
En lo correspondiente al nivel
psicológico, como ya he comentado, al reír nuestro organismo libera endorfinas,
por lo que va a hacer que disminuya
considerablemente nuestro estrés y ayuda a combatir la depresión. Cabe
mencionar que los expertos en risoterapia aseguran que un minuto de risa
corresponde a diez minutos de relajación, lo que también ayuda a combatir el
insomnio.
Cómo no, mencionar que la
risa hace que aumente nuestra autoestima
y la confianza en uno mismo. Nos ayuda a combatir miedos y fobias y
facilita la comunicación entre personas, algo que se ha de promocionar hoy en
día, ya que también se está perdiendo.
Por otro lado, también se ha
comprobado que rodearse de personas
alegres influye en nuestro estado de ánimo, ya que tanto la sonrisa como la
risa son muy contagiosas. Si no lo creéis, probadlo. Sonreíd cuando vayáis por
la calle, veréis como la gente que se cruza con vosotros dibujará una sonrisa
en la cara.
Como veis, no es poco lo que
hace la risa por nosotros. Bien lo dicen los chinos desde la antigüedad: “para estar sano hay que reír al menos 30
veces al día”. Pero, “¿qué pasa si no me apetece reír?” Fácil, forzad la risa. Sí, forzadla.
Está comprobado que la risa forzada tiene exactamente los mismos beneficios que
la risa que sale de manera espontánea. Si no sabéis cómo hacerlo, un consejo,
apuntaos a clases de risoterapia. No sólo disfrutaréis, sino que, además,
saldréis como nuevos.
Con todo esto ya no hay excusas.
Reíd amigos. Reíd con la seguridad de que no os va a salir ni una sola arruga
por ello. Reíd sabiendo que vais a ganar en salud. Reíd sabiendo que vais a
regalar salud a todos los que os rodean. Reíd sin esperar motivos especiales.
Intentemos entre todos que este mundo sea más feliz y, por ende, más sano. J
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