Es incontable en número de
mujeres que pasan cada día por el gimnasio a pedir información para apuntarse,
y más ahora que ya ha va acabando el verano. Casi el 100% de vosotras tiene una
finalidad común, adelgazar.
Muchas os acabáis apuntando.
¡Enhorabuena! El primer paso para conseguir vuestro objetivo, el paso más
difícil, ya está dado. Ahora, una vez que ya sois socias del gimnasio todas
hacéis las mismas preguntas y tenéis los mismos miedos: con el horario de actividades
en la mano preguntáis aquello de “¿si
hago esto sudaré?”, con la fijación de perder “barriguita” buscáis dónde
está el banco de abdominales, queriendo reducir “cartucheras” preguntáis al
monitor de sala única y exclusivamente por ejercicios de glúteos, y, de entre
todas, mi preferida, “yo es que pesas no
quiero hacer. No quiero que se me pongan brazos de tío”.
Estos, entre otros, son tópicos
y creencias erróneas que han arraigado entre las mujeres. Unos tópicos que,
aunque no lo sepáis, están condicionando mucho el que logréis alcanzar ese
objetivo tan deseado, adelgazar.
Hoy he escogido alguno de estos
tópicos, los más repetidos, y os voy a explicar por qué son erróneos para
intentar que no caigáis en ellos y que logréis alcanzar vuestro objetivo lo
mejor posible.
¿Si hago esto voy a sudar?
Ésta es una de las mayores
obsesiones de las mujeres en el gimnasio, sudar. Hace años, en la televisión,
se nos bombardeó con productos (cinturones y pantalones, “minisaunas”…) que
hacían sudar fácilmente y nos hacían ver que sólo con sudar se perdía mucha
grasa. Esa idea arraigó muy fuerte en la cabeza de los televidentes y ahora nos
es casi imposible hacerle ver a la gente que eso es un error, que simplemente
era una treta publicitaria para vender más.
Así, con la obsesión de sudar,
veo hacer barbaridades en el gimnasio:
·
Se hace demasiado cardio: muchas chicas nada más entrar
al gimnasio se suben a la cinta de correr, a la elíptica o a la bicicleta
estática y se pasan ahí horas sin parar. Otras tantas se interesan sólo por
actividades como el spinning dejando de lado las clases de tonificación. Se ha
de tener en cuenta que la verdadera pérdida de grasa llega cuando se combinan
los dos tipos de actividades, cardiovascular y tonificación.
·
Se utilizan fajas y pantalones
para sudar más:
todavía se ven chicas que acuden con este tipo de prendas al gimnasio. Único
objetivo “sudar más para perder más”.
E, incluso se siguen viendo chicas que utilizan la versión más económica de
estos cinturones: ¡se enrollan la cintura con plástico para congelar! A ver,
sí, esto os va a hacer sudar más, de hecho, vais a sudar demasiado. Hacer
ejercicio con estas prendas puede hacer que se llegue a la deshidratación, y,
no sólo eso, estas prendas no dejan transpirar a vuestro cuerpo, por lo que se
podría llegar a sufrir una lipotimia.
No, chicas, sudar más no va ha
hacer que adelgacéis más y/o más rápido. El
sudor es un mecanismo que tiene nuestro cuerpo para regular la temperatura.
Así cuando la temperatura de nuestro cuerpo aumenta, se pone en marcha este
mecanismo para enfriarlo, pero lo que sale por los poros de nuestra piel no es
grasa, es agua. Un agua que nuestro cuerpo repondrá cuando bebamos tras el
ejercicio. Para quemar más grasa, hemos de hacer que aumente nuestro
metabolismo (procesos físicos y químicos del cuerpo que convierten o usan
energía, como la respiración, la digestión y la contracción muscular entre
otros).
Está comprobado que tener más músculo aumenta el metabolismo de nuestro cuerpo, y con él, nuestra capacidad de quemar calorías.
Por eso siempre insisto en que se deben de combinar las actividades aeróbicas
como el spinning y el aeróbic con actividades de tonificación como el GAP y el
Body Pump, por ejemplo.
No quiero hacer pesas, no quiero
que se me pongan brazos de hombre
Una vez más os dejáis llevar por
la imagen que nos han metido en la cabeza. Hasta hace pocos años, en revistas
de fisico-culturismo o cuando en televisión se hablaba de deportes que tenían
que ver con el levantamiento de pesas (alteroficia, culturismo…), salían
imágenes de mujeres competidoras de alto nivel. Sí, unas competidoras muy
masculinizadas, pero no están masculinizadas por culpa del entrenamiento de
pesas, sino porque para lograr alcanzar el nivel que se les exige para competir
han de hormonarse. Introducen en su cuerpo hormonas típicamente masculinas para
que sus músculos respondan al entrenamiento como lo hacen los de los hombres.
Pero estos son casos muy
específicos. Si miráis las revistas de fisico-cultirismo veréis que ahora está
muy de moda, por ejemplo, la modalidad de competición de bikini, una modalidad
en la que las chicas muestran un cuerpo envidiablemente natural, conseguido a
base de entrenamiento en gimnasio y dieta, sin ningún tipo de hormonación.
Con el trabajo de pesas en el gimnasio,
vuestro cuerpo se transformará, quemará grasa más rápidamente, y podrá llegar a
adquirir unas formas realmente envidiables. A no ser que os hormonéis, es
completamente imposible que lleguéis a tener esos “brazos de hombre” que tanto miedo os da tener.
Quiero rebajar aquí y aquí (manos señalando tripa y
caderas)
Esta frase no sólo la escucho en
mujeres. La creencia de que se puede quemar grasa de una zona localizada del
cuerpo esta generalizada, lo creen tanto hombres como mujeres. Y no, no es
posible hacerlo. El cuerpo va perdiendo
grasa de forma generalizada, no por zonas concretas. Eso sí, la pérdida se
va a notar antes donde menos reservas de grasa hay. Así que, por lo general, si
tu cuerpo acumula más grasa en las caderas y/o en la tripa, estos son los
lugares donde más tardarás en notar la pérdida.
Eso sí, la obsesión que tienen
la mayoría de mujeres con estas dos zonas del cuerpo (tripa y caderas) hace que
entrenen esas dos zonas sin descanso, todos los días. Da igual lo que les
aconseje el instructor de sala, en cuanto se cansan de hacer su rutina se ponen
a hacer abdominales y glúteos, ejercicios de los que no se cansan nunca…
Pero, chicas, por trabajar más
un músculo, éste no se va a desarrollar antes. Todo lo contrario, si trabajamos
un músculo todos los días lo sobreentrenamos, lo que puede hacer que logremos
el efecto totalmente contrario al que buscamos. Como cualquier otro músculo,
tanto el abdomen como los glúteos han de descansar, no se pueden trabajar todos
los días.
¡Desde que vengo al gimnasio
peso más!
Qué susto cuando te pesas un mes
después de haberte apuntado al gimnasio y ves que has subido de peso, ¿verdad?
Y más cuando tu objetivo al apuntarte era el de adelgazar…
Hoy no os voy a decir aquello de
que el músculo pesa más que la grasa… Un kilo es un kilo y da igual que sea de
grasa que de músculo. Lo que sí que habéis de tener claro es que un kilo de
grasa ocupa mucho más espacio que un kilo de músculo.
Cuando nos dedicamos a mover
músculos que antes no movíamos y/o cuando los músculos que sí que movíamos
antes de apuntarnos al gimnasio los trabajamos con peso, estos se tonifican
(por poco que sea, el músculo crece, se redondea y va adquiriendo forma).
Como hem dicho antes, al crecer
el músculo aumenta nuestro metabolismo, por lo que vamos a quemar grasa más
fácilmente.
Un día más os tengo que decir
aquello de que adelgazar no es perder peso, sino perder volumen. Y en vez de
fijarnos tanto en la báscula, hemos de fijarnos más en la ropa, es sorprendente
ver cómo a pesar de haber ganado algo de peso, la ropa nos sienta mejor que
antes.
Tras estas explicaciones, espero
que veáis el entrenamiento en el gimnasio desde otra perspectiva, que os
quitéis de la cabeza la idea de que sudar más os va a hacer perder más y la de
que las pesas os van a transformar en algo así como “machorros”. Tenéis un
objetivo, adelgazar. Dejaos aconsejar por los instructores, escoged actividades
que combinen la tonificación con la actividad cardiovascular, perdedle el miedo
a la sala de pesas y, sobre todo, id a un buen nutricionista para que os lleve
la dieta. Todo esto y un poco de paciencia hará que veáis vuestro objetivo
cumplido antes de lo que creéis. J
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