Como ya he comentado en más de
una ocasión (algo de lo que, seguro, os habéis dado cuenta), la sociedad actual
tiende a la obesidad. Los puestos de trabajo son cada vez menos exigentes físicamente
hablando, la mala alimentación, el sedentarismo… En general, los malos hábitos
de vida hacen que la gente, tanto niños como adultos, estén cada vez más
obesos.
Por otro lado, los medios de
comunicación nos venden que el cuerpo perfecto es el cuerpo flaco (en
demasiadas ocasiones, enfermizamente flaco). Así, la sociedad se ha llenado de
complejos. Nos miramos al espejo y no vemos ese cuerpo perfecto que vemos en la televisión. Baja nuestra
autoestima. Queremos vernos como los modelos que salen en la tele. Queremos
adelgazar.
Sí, adelgazar. Ese es el
objetivo del 90% de las personas que se apuntan al gimnasio (y el de aquellas
que no se apuntan también). Con este objetivo en la cabeza, empezamos a pensar
qué hemos de dejar de comer para lograrlo. Salimos a correr cada día. Hacemos
dietas imposibles… Todo por ver unos centímetros menos en nuestra cintura.
Pero las cosas no funcionan así.
La intención de adelgazar siempre va acompañada de unos mitos que hacen que,
muchas veces, no se logre el objetivo planteado. Y, en muchas otras, si se
logra, es por un período de tiempo muy corto. En seguida se recupera el peso
perdido. Por eso escribo el post de hoy. Voy a comentaros los errores más
comunes que se suelen cometer cuando se quiere adelgazar. Errores impulsados
por creencias erróneas. Estoy segura de que si intentas evitarlos, los
resultados que obtengas te gustarán y durarán mucho más.
Voy a empezar por lo más típico,
y, por qué no decirlo, lo que más rabia me da: las prisas. Nadie parece darle demasiada importancia a su cuerpo
hasta unas semanas antes de un evento (boda, comunión…), o un mes antes de que
empiece la temporada de playa/piscina. En ese momento es cuando se dan cuenta
de que les gustaría tener unas tallas menos, no lucir tripa, etc. En ese
momento comienza el pánico: “tengo que perder 10 kilos en un mes”.
Cuidado, fijarse objetivos tan altos en tan poco tiempo va a poner en peligro
el éxito de la misión. Lo importante es perder volumen poco a poco. Así lo
haremos de forma segura y duradera. Pretender perder más de un kilo por semana
va a hacer que aumente el riesgo de sufrir el conocido efecto rebote, ya que lo que se pierde es agua y masa muscular. Además,
hacer las cosas con prisas hará que os cambie el humor con mucha facilidad y os
hará sentir apáticos y débiles.
No os fiéis, como hace mucha
gente, de “cuando quiera perder, lo haré
enseguida, siempre he perdido peso con mucha facilidad”. Cuidado. Con el tiempo nuestro metabolismo cambia,
se hace más lento. Si no hacemos por activarlo, cada vez nos costará más
perder ese peso. Lo dicho, no os confiéis. Jamás esperéis al último momento
para empezar a cuidaros.
Como ya he comentado en alguna
ocasión, vuestra dieta ha de llevar un
solo nombre, el vuestro. Mucha gente, cuando quiere adelgazar, le pide la
dieta a un amigo, familiar o vecino, simplemente porque a esa persona le ha funcionado.
O, peor aún, lee en cualquier revista sobre una de las conocidas dietas milagro, o alguna de las que ha
seguido algún famoso y decide hacerla. Sin más. Grave error.
Nunca me cansaré de decir que
cada persona es un mundo. Lo que les funciona a unos no les funciona a otros. Así,
lo que le ha ido bien a vuestro amigo, hermano o vecino, a vosotros no os
funcionará igual. No tenéis su complexión, ni su trabajo, ni realizáis la misma
actividad física… ¿Queréis adelgazar sobre seguro, llevando una buena dieta? Acudid
a un buen nutricionista/endocrino. Sólo él será capaz de deciros qué y cómo debéis
de comer para lograr vuestros objetivos.
Por supuesto, lo he de decir: huid de las dietas milagro. Recordad, los milagros no existen. Todo lo que promete
resultados rápidos acaba siendo contraproducente. Sí, hablo del efecto rebote.
Otro gran error que suele
cometer más gente de la que pensamos es el de saltarse alguna comida. No sé por qué, la gente suele pensar que
cuanto menos se come más se adelgaza. Pero es precisamente al contrario. Si no
le damos a nuestro cuerpo las calorías y los nutrientes que necesita, nuestro
metabolismo se ralentiza. Todo en nuestro organismo ha de funcionar más lento
para poder aprovechar al máximo los pocos nutrientes que le llegan. Así,
empieza a acumular grasa, buscando tener reservas para los momentos de
necesidad.
Está demostrado que realizar
unas cinco comidas al día favorece el seguimiento de una dieta. La ingesta ha
de ser cada 3 ó 4 horas. Así no sólo lograréis que se active vuestro
metabolismo, además, evitaréis la ansiedad y llegaréis con menos hambre a la
siguiente comida.
Como no, tengo que hablar de los
controvertidos hidratos de carbono. Existe la falsa creencia de que los
hidratos de carbono engordan. Así, cuando alguien quiere adelgazar, lo primero
que suele hacer es retirarlos de su dieta. Quitaos esta idea de la cabeza. Los
hidratos de carbono no engordan, lo que engorda es la vida sedentaria.
Y qué decir de las grasas. Palabra
tabú para la gente que quiere perder peso. Ya comenté hace tiempo en un post
que no todas las grasas son malas. De hecho la grasa es muy necesaria para
nuestro organismo.
Para lograr vuestros objetivos
de manera efectiva, no hay que retirar
ni los hidratos de carbono, ni las proteínas ni las grasas de la dieta. Simplemente
hay que saber qué cantidad, cómo y cuándo hay que tomarlos. Lo que sí que habría
que retirar son los dulces, los fritos, las salsas… ¿Queréis saber exactamente
cómo hacerlo? Lo dicho, visitad a un buen nutricionista/endocrino.
Por supuesto, si queréis seguir
una dieta de manera efectiva, evitad
comer lo mismo cada día. La falta de variedad hará que os aburráis y que
abandonéis la dieta demasiado pronto.
Ahora voy a por una de las
frases que más escucho últimamente: “yo lo como todo light”. Cuidado con
estos alimentos. Cuando queremos cuidar nuestro peso enseguida lo compramos
todo light, pero, en la mayoría de ocasiones, saber que engordan menos hace que
consumamos más cantidad de alimento. Por lo que, seguro, le daremos a nuestro
cuerpo la misma cantidad de calorías, o más, que si consumiésemos el alimento
original.
Sea light o no, controlad
siempre la cantidad de alimento que ingerís.
Cómo no, he de hablar de ejercicio físico. Aquí suelen suceder
dos cosas: que la gente se base en la dieta para adelgazar y no realice ningún
ejercicio, o que se apunten a un gimnasio y empiecen a correr en el mismo
momento en que deciden adelgazar, pero no cuiden su alimentación. Las dos son
conductas erróneas.
Hacer ejercicio sin seguir una
dieta equilibrada no hará que adelgacéis. Hacer dieta sin ejercicio sí que hará
que adelgacéis, pero los resultados no suelen ser los deseados, ya que
adelgazando sólo con dieta suele hacer que el cuerpo, aunque delgado, se quede
flácido. Mi consejo: combinad dieta equilibrada y ejercicio. El ejercicio es el
complemento perfecto para las dietas de adelgazamiento. No sólo hace que se
vean los resultados antes, además, los resultados son mucho mejores (piel
firme, músculos tonificados…).
Por último os hablaré de las básculas. ¿Cuántas veces he
recomendado a mis alumnos que tiren sus básculas? Incontables. Pesarse cada día
es un gran error. No os obsesionéis con el peso. Pensad que hay muchos aspectos
(hormonas, estrés…) que hacen que nuestro peso fluctúe de un día para otro. Pesar
más que el día anterior no es sinónimo a estar engordando. Muchas veces es síntoma
premenstrual, o preovulación.
Así que a vosotros os doy el
mismo consejo. Regalad vuestra báscula. Tiradla. No os peséis. No dejéis que el
deseo de veros delgados os agobie. Si lo hace, abandonaréis antes de lograr
vuestro objetivo.
Como veis, para adelgazar de
manera efectiva y lograr que los resultados sean permanentes, sólo tenéis que sumaros
al carro de la vida sana: dieta equilibrada y ejercicio. Yo, en su día, lo logré.
Como siempre digo: si yo lo hice, lo puede hacer cualquiera. Sólo hace falta,
fuerza de voluntad, paciencia y ganas. El resto, creedme, viene solo. J
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