Si todavía no estás apuntado a
un gimnasio, seguro que más de una vez has pensado en apuntarte, ¿a que sí? O
tal vez sí que vas a un gimnasio, desde hace tiempo además, pero siempre has
realizado actividades colectivas y nunca te ha llamado la atención la sala de
pesas hasta ahora.
Sea cual sea el motivo que te
impulse a entrenar en la sala de pesas, o si estás entrenando en casa, por tu
cuenta, ten cuidado. Durante los años que llevo trabajando en gimnasios, me he
dado cuenta de que todos los que comienzan realizan una serie de errores.
Errores basados en creencias falsas, que pueden hacer que no obtengáis los
resultados que esperáis de vuestro entrenamiento.
Por eso mismo, hoy he decidido comentaros
las que, para mí, son las creencias erróneas más típicas de los que comienzan
en sala. Las que más cuesta que os quitéis de la cabeza. Mi objetivo, intentar
que cambiéis de mentalidad para que vuestros entrenamientos sean más efectivos.
He de empezar por el rey de los
errores: pensar que “cuantos más abdominales haga, antes marcaré la tableta de chocolate
(six-pack)”. No es la primera vez que comento esto en un post, pero,
aún así, sigo viendo a gente intentando hacer números imposibles de abdominales
para verse definida la zona.
Una vez más, os digo que esto no
es así. Para lograr lucir esa ansiada tableta
de chocolate o six-pack, lo
importante es la dieta, no el número de abdominales que hagáis. Los abdominales
sólo se hacen visibles cuando el porcentaje de grasa corporal es bajo (se
calcula que cuando es inferior al 14%). Por eso es tan importante la dieta para
definir esta zona.
Eso sí, esto no significa que no
hayáis de hacer abdominales. Bien al contrario, estos ejercicios son vitales
para mantener la postura y para realizar de manera segura casi cualquier
movimiento en nuestra vida cotidiana. Pero, cuidado, no hay que hacer 2000 al
día, con 60 bien hechos 3 días a la semana hay suficiente.
Otra de las creencias más
comunes entre los que empiezan a entrenar es pensar que “lo mejor que se puede hacer para
perder peso es sudar”. Ni os imagináis lo que me cuesta quitar esta
idea de la cabeza de mucha gente, sobre todo mujeres.
A ver, sudar no tiene nada que
ver con quemar grasa. El sudor es una herramienta que utiliza nuestro cuerpo
para regular la temperatura. Al hacer ejercicio la temperatura corporal
aumenta, algo muy peligroso para nuestros órganos, por lo que nuestro cuerpo elimina
agua y utiliza su efecto sobre la piel para bajar la temperatura. Pero el sudor
es sólo eso, agua (junto con sales y nutrientes). No se elimina ni un gramo de
grasa por medio de la sudoración.
De aquí se deriva otro error muy
común: “lo mejor que hay para perder peso es el cardio”. Vuelvo a
repetirlo, no. Como acabo de comentar, sudar no tiene nada que ver con perder
grasa. Ahora, si habláis de quemar calorías... Tampoco tenéis razón. Por lo
general, un entrenamiento cardiovascular hace que quemes entre 600 y 800
kcal/hora. ¿Queréis saber cuánto se quema en un entrenamiento de pesas? Si el
entrenamiento está bien hecho, se quema exactamente lo mismo. Sí, como lo
leéis, lo mismo.
Pero, como he dicho, el
entrenamiento ha de estar bien realizado, no caigáis en el error más típico que
se comete en todos los gimnasios de este mundo. Un error que comete casi todo
el mundo, tanto si están empezando como si ya llevan tiempo entrenando: descansar demasiado. El descanso entre
series ha de durar entre 40 y 60 segundos, no más. Si hacéis los descansos más
largos, perdéis totalmente el efecto del entrenamiento. En este punto, si os
puedo dar un consejo, sería que no entrenéis ni con revistas ni con móviles, no
comencéis una conversación en vuestro tiempo de descanso entre series. Trabajad
con un cronómetro y respetad ese tiempo de descanso. Veréis como cambia todo.
Algo también muy típico es
pensar “si entreno sólo la zona en la que más grasa acumulo, esa grasa se irá
antes”. Ya quisiéramos todos, ¿no? Pero, por desgracia, no es así.
Nuestro organismo quema las grasas por igual en todas las partes del cuerpo,
nunca quema de manera localizada. Por supuesto, al perder grasa en todas partes
por igual, lo vamos a notar antes en aquellas zonas donde menos grasa tengamos
y, donde más grasa acumulemos tardaremos más en notarlo. Sintiéndolo mucho, es
la manera en la que funciona nuestro metabolismo. No podemos hacer otra cosa
que entrenar todo nuestro cuerpo por igual, seguir una dieta equilibrada y
tener paciencia. Poco a poco, veremos cómo se reducen esos centímetros que
tanto nos molestan.
Algo que no me gusta nada pero
que, por desgracia, es muy común: pensar “estirar no sirve para nada”. Hace
unas semanas os comenté en un post lo beneficioso que es estirar para nuestra
salud. Aún así, sigo viendo gente, sobre todo hombres, que se niegan a estirar
tras el entrenamiento. Una vez más, os digo que estirar tras el entrenamiento
ayuda a aliviar la tensión muscular, mejora la movilidad a largo plazo y
permite que la musculatura se recupere más rápidamente. No os saltéis el
estiramiento. Es una de las partes más importantes del entrenamiento. Trabajar
la fuerza y dejar de lado la flexibilidad puede producir graves lesiones.
También hay que hacer mención
especial a aquellos que piensan que “para un solo día que puedo entrenar esta
semana, no vale la pena ir al gimnasio. Entrenar un solo día no hace nada”.
Quitaos esa idea de la cabeza ya. La gente que empieza a entrenar puede mejorar
su rendimiento con tan solo una hora a la semana. Es verdad que los que ya
llevamos tiempo entrenando deberíamos aumentar la regularidad de las sesiones.
Pero, seamos sinceros, entrenar sólo un día es mucho mejor que no entrenar
ninguno, ¿no? Además, un solo día nos puede ayudar a mantener la condición
física y a no perder las ganas de continuar moviéndonos.
También los hay (demasiados para
mi gusto) que piensan que “si hago la rutina que pone en la revista de
fitness que me gusta, me pondré como el modelo de la revista”. Como me
gusta decir, cada persona es un mundo. Así, cada persona necesita un
entrenamiento distinto, dependiendo de sus objetivos, de su condición y del
tiempo que le pueda dedicar al entrenamiento. Por mucho que hagáis el
entrenamiento de la revista, ese entrenamiento no está diseñado para vosotros. Ni
vuestras condiciones son las mismas que las del modelo. Ni le dedicáis el mismo
tiempo. Ni os alimentáis igual… Vamos, que vosotros no sois ese modelo y que su
entrenamiento no tendrá el mismo efecto en vosotros.
Lo mejor que podéis hacer es
comentarle al monitor de sala o a
vuestro entrenador cuáles son vuestros objetivos y dejaros guiar por él.
Sólo él sabrá deciros qué os conviene hacer y cómo hacerlo para logar esos
objetivos.
Por el mismo motivo, ya que los
monitores y entrenadores del gimnasio son los titulados en el tema, si tenéis
cualquier duda respecto al peso a utilizar, o a la técnica de ejecución, o a
cualquier cosa relativa a la sala de pesas, por tonta que os parezca,
preguntádsela a ellos. No preguntéis a cualquier usuario de la sala. Aunque
lleven toda la vida entrenando, pueden tener vicios y cometer errores. Los únicos
capacitados para resolver esas dudas son los monitores y entrenadores del
gimnasio.
Seguro que a muchos monitores y
entrenadores se les ocurren muchos más errores típicos a evitar. Para mí, estos
son los más importantes. No dudéis en decirme si me he dejado alguno que
consideráis de vital importancia y lo añadiré en un post futuro.
Ya sabéis, evitad estos errores.
Entrenad bien. Dejaos guiar por la gente adecuada y no tardaréis en ver que
esos objetivos que os habéis planteado se acercan cada vez más. J
me ha gustado mucho tu post. es cierto todo lo que dices y me resulta super interesante! me lo apunto!
ResponderEliminarpasate por bellefessional un saludo!
Muchas gracias! :)
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