Hace unas semanas, bajaron las
temperaturas de golpe por aquí. Como resultado, seguro que lo habéis adivinado,
cogí un resfriado de narices. Literalmente, mis resfriados suelen ser nasales:
no me duele la garganta, ni toso, ni me duele la cabeza, ni tengo ningún otro
síntoma común. Pueden resumirse en una congestión nasal. Eso sí, una congestión
que no me abandona en dos semanas y no me deja respirar en ningún momento.
Por suerte, uno de los miembros
de mi familia es oriental. Cuando me vio tan congestionada (era uno de los
primeros días de la enfermedad), fue a su casa y me trajo un tarrito con una
especie de harina marrón. Me dijo: “tres
veces al día hazte una infusión con esto. Es sencillo: hierve agua, échale una
cucharada de esto, un chorrito de limón y una cucharada de miel. Te ayudará.”. También
me dijo que no echase mucha cantidad las primeras veces, que me tenía que
acostumbrar al sabor, algo fuerte y picante.
Le hice caso y, adivinad. A los
3 días me había desaparecido la congestión. ¡Tres días! En la vida me ha durado
tan poco un resfriado.
Lo que me dio mi cuñada es
jengibre molido, y la infusión que me recomendó es un remedio que utilizan en
su país (China) para curar las enfermedades causadas por el frío.
A raíz de esto, estuve indagando
sobre el jengibre y descubrí que tiene múltiples
propiedades para la salud. Así que decidí incluirlo en mi dieta. Lo tomo no
sólo en infusión (sigo tomando la que me recomendó mi cuñada, está buenísima),
sino que también lo utilizo para sazonar mis comidas, e incluso lo he
convertido en parte del aliño de mis ensaladas.
Ya que el propósito de este blog
es animar y ayudar a la gente a que lleve una vida sana, hoy os voy a comentar
los beneficios que aporta esta raíz a nuestra salud.
Como acabo de comentar, el
jengibre se utiliza en China desde tiempos inmemoriales para aliviar las enfermedades provocadas por el frío (gripes y resfriados). Esto
es debido a que posee propiedades tanto antiinflamatorias como mucolíticas. Así
favorece la expectoración y ayuda con las inflamaciones típicas de este tipo de
enfermedades.
Sus propiedades
antiinflamatorias son muy potentes. Si juntamos estas propiedades con su
capacidad para licuar levemente la sangre, podemos ver que es un buen remedio contra la artrosis y los
dolores reumáticos y musculares.
Estudios de laboratorio han
identificado cerca de 6 componentes en el jengibre que protegen contra la creación de úlceras digestivas. Además, alivia
los síntomas de inflamación que provocan estas úlceras.
Esto no es lo único que puede
hacer por nuestro sistema digestivo, ya que también estimula los jugos gástricos, por lo que se utiliza para tratar
indigestiones. También ayuda a disminuir
la hinchazón abdominal provocada por gases. Así que, ya sabéis, si soléis
tener gases después de comer, haceros una infusión de jengibre, os ayudará.
Por otro lado, las enzimas del
jengibre catalizan muy rápidamente las proteínas digestivas presentes en el
estómago, lo que hace que se atenúen las
nauseas que se puedan sentir por cualquier motivo, ya sea por indigestión,
por embarazo, por estar de viaje… Si os puedo dar un consejo, si tenéis que ir
de viaje con niños propensos al vómito, dadles un poquito de jengibre antes del
viaje. En este sentido han de tener cuidado las mujeres embarazadas. No está
recomendado que tomen jengibre durante períodos largos. Así, si veis que las
náuseas os duran demasiado tiempo, acudid al médico para que os dé otro
remedio.
También está comprobado que mejora el sistema circulatorio, por lo
que ayuda a combatir enfermedades de las arterias (arteroesclerosis…) y a
prevenir enfermedades coronarias graves (infartos, ataques…). En este sentido,
aunque queda en un segundo plano, también he de mencionar que ayuda a prevenir
la aparición de las molestas varices.
Por último, he de decir que
también es un potente antioxidante,
es decir, ayuda a combatir la formación de radicales libres. Éstos son los
responsables de la degradación de los tejidos y del envejecimiento prematuro.
Así, podemos decir que el jengibre nos ayuda a mantenernos jóvenes.
Como veis, los beneficios que
nos aporta esta raíz no son pocos, y son muy importantes. De ahí que la haya
incluido en mi dieta sin pensármelo. Eso sí hay que tomarla con moderación. Se
recomienda consumir entre 250 y 1000 miligramos de jengibre al día, no más.
Además, hay que tener una cosa
en cuenta. El jengibre tiende a subir un
poco la temperatura del cuerpo. Por lo que su consumo no está recomendado
para personas con fiebre. Por otro lado, como ya he comentado, tiene la
propiedad de licuar ligeramente la sangre, por lo que, aunque es muy buena para
paliar las molestias de las úlceras digestivas, no es aconsejable ingerirlo si
la úlcera es sangrante.
Teniendo en cuenta todo esto, yo
no lo dudaría. Buscad jengibre, ya sea natural, desecado, molido, en jarabe, en
píldora…, y añadidlo a vuestra dieta. Vuestra salud os lo agradecerá. J
Para cualquier consulta: mejorsiesconsalud@gmail.com
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