Todos sabemos que hay un deporte
que ha ganado adeptos en los últimos tiempos por encima de cualquier otro, el running. Las carreras populares son cada
vez más multitudinarias. Cada vez se ve a más gente corriendo a cualquier hora
del día, o sólo o acompañado. Cada vez somos más los que nos autodenominamos runners.
Si hay algo que nos une a todos,
además de notar los beneficios que nos aporta este deporte, son los retos. Como
cada vez nos encontramos mejor, cada vez nos pedimos más a nosotros mismos.
Todo runner empieza marcándose como
reto acabar una carrera de 5K. Cuando ya lo hemos logrado, comenzamos a pensar
en los 10K. Tras esto llegan los 15K, la media maratón… Y, cuando dejamos de
pensar en distancias, pensamos en tiempos, intentando bajar nuestra marca de
carrera en carrera. Retos cada vez mayores que vamos afrontando con las ganas
de saber que, aunque será duro, nada nos hará sentir mejor ni más orgullosos.
Ahora, el gran error que comete
la gran mayoría es pensar que, para lograr estos objetivos, lo único que hay
que hacer es correr. Casi todos los runners
entrenan a base de carrera continua, farleks, intervalos… Por supuesto, todo
ello va a hacer que aumenten tanto la resistencia como la velocidad de carrera.
Pero hay algo que también os ayudará
mucho y que cerca del 90% de vosotros ignoráis: el entrenamiento con pesas.
Sí, como lo leéis. Las pesas os
pueden ayudar, y mucho, a lograr vuestros objetivos. Eso sí, os vais a tener
que quitar de la cabeza la idea de que las pesas son sólo para los culturistas,
aquellos que quieren lucir un cuerpo hipertrofiado. No es así. El entrenamiento
con pesas se puede utilizar para bajar volumen, igual que se utiliza para
aumentarlo, se puede utilizar para rehabilitar una lesión y para mantener la
condición física entre otras muchas otras cosas.
En vuestro caso, un buen entrenamiento en una sala de pesas,
especialmente al inicio de un programa de entrenamiento, os aportará grandes
beneficios, hará que rindáis mucho mejor en cada carrera. Esto se debe a
que, al aumentar la fuerza, podréis soportar una mayor carga de trabajo en los
entrenamientos de intensidad, lo que os ayudará a aumentar vuestra velocidad de
carrera. Además, no se me puede olvidar comentar que trabajar con pesas contribuye a la prevención de lesiones.
Ahora, mucho cuidado. Cuando
hablo de que deberíais entrenar con pesas, no me refiero a que cojáis pesas y
hagáis ejercicios por hacer. Ni tampoco a que realicéis la tabla de
entrenamiento que algún amigo os pueda pasar. No. Como siempre aconsejo, lo
mejor es que os pongáis en manos de un
monitor titulado. Comentadle cuál es vuestro caso y cuáles vuestros
objetivos. Sólo alguien con la titulación correspondiente os diseñará el
entrenamiento adecuado a vuestras necesidades y os podrá decir qué ejercicios
hacer, cuándo y cómo hacerlos correctamente.
Una vez sabéis todo esto. Es muy
importante planear bien los entrenamientos. Tened en cuenta que, para bien, cuando se acerque la temporada de carreras
se ha de disminuir el trabajo con pesas, e incluso, se debería eliminar.
Por el contrario, este trabajo ha de ser más intenso durante los meses previos
a la temporada de carreras.
Cuando comencéis a entrenar, id poco a poco. Comenzad con una sola
sesión semanal, cuando veáis que os habéis acostumbrado al trabajo, subid a dos
sesiones semanales. Eso sí, tened cuidado. No
entrenéis pesas y carrera el mismo día. Tanto el entrenamiento con pesas
(fuerza) como el de resistencia (correr) producen una gran variedad de
adaptaciones (cambios) en nuestro organismo. Todas estas adaptaciones son muy
buenas para nuestra salud, pero hay estudios que demuestran que, si se entrenan
de manera simultánea (el mismo día), se produce una interferencia entre ellas,
por lo que no notaremos los beneficios ni de un entrenamiento ni del otro como
deberíamos.
Así, lo mejor es destinar unos 3
días de la semana al entrenamiento de carrera y reservar uno o dos para el
entrenamiento con pesas.
Para los que os preguntéis cómo
debería de ser el entrenamiento de pesas adecuado para un runner, os comento. Lo mejor
es realizar circuitos. El circuito que realicéis ha de incluir un gran
trabajo de pierna: cuádriceps, bíceps femoral (isquiotibiales), gemelo, soleo
(músculo que está por debajo de los gemelos), aductores y abductores. Pero no
nos podemos olvidar el tren superior: pectorales, bíceps, tríceps, dorsales y
deltoides.
De cada ejercicio deberíais de
realizar unas 12 repeticiones, y daréis tres vueltas al circuito descansando
como máximo un minuto tras cada vuelta. Entre ejercicios no hay descanso.
También hay que tener en cuenta que no
tenéis que llegar al fallo muscular. Es decir, debéis de ser capaces de
completar cada vuelta notando el peso y el ejercicio pero notando que llegáis a
la última repetición sin problemas (aunque, repito, notando el peso). Si veis
que hacer las últimas repeticiones supone un gran esfuerzo, bajad un poco el
peso.
Mientras buscáis el gimnasio y/o
el instructor adecuado por vuestra zona, aquí os dejo un ejemplo de circuito
que os podría ir bien:
EJERCICIO 1: SENTADILLAS
El ejercicio estrella a la hora
de trabajar cuádríceps. Con los pies a la anchura de los hombros y las puntas
un poco hacia fuera, contraed bien el abdomen y bajad flexionando cadera y
rodillas como si os quisierais sentar en un sofá. Contraed bien el abdomen para
que vuestra espalda esté recta durante todo el ejercicio y vuestras lumbares no
sufran. Al contrario del entrenamiento típico de la sala de pesas, vosotros no
haréis el recorrido completo de la sentadilla. Bajad sólo hasta los 70º más o
menos. Así evitaréis riesgos innecesarios para vuestras rodillas.
Este ejercicio se realiza con
una barra, cargada con peso, apoyada en los hombros. Si no tuvieseis barra,
podéis coger el peso que vayáis a levantar y sujetarlo con las dos manos a la
altura de la clavícula (base del cuello). Mantened el peso en esta posición
durante todo el ejercicio para aseguraros de que vuestra espalda no se inclina
hacia demasiado adelante.
EJERCICIO 2: FLEXIÓN DE FEMORAL
Uno de los ejercicios más
utilizados a la hora de trabajar isquiotibiales. Si estáis en un gimnasio,
utilizad la máquina de flexión de femoral. Tumbaos decúbito prono (boca abajo)
en la máquina de manera que la resistencia quede apoyada en vuestro tendón de
Aquiles. Desde aquí flexionad la rodilla para acercar los talones al glúteo. No
dejéis caer el peso cuando volváis a la posición inicial.
Si no disponéis de esta máquina,
utilizad lastres. Colocadlos en los tobillos. Apoyad las manos en una pared y
flexionad la rodilla para acercar un pie al glúteo. No dejéis caer el pie al
suelo, bajadlo sin prisas. Hacedlo primero con un pie y luego con el otro.
Apretad bien el abdomen y no dejéis que el glúteo se vaya hacia atrás cuando
flexionéis la rodilla.
EJERCICIO 3: FLEXIONES
Un gran ejercicio que tonificará
vuestro pectoral y vuestros deltoides (hombros). Tumbados decúbito prono (boca
abajo) en el suelo. Colocad las manos a lado del pecho a una distancia algo
superior de la anchura de vuestros hombros. Apoyad los dedos de los pies en el suelo.
Apretad bien el abdomen y el glúteo y, empujando con la palta de las manos,
elevad vuestro cuerpo totalmente erguido.
Desde aquí, flexionad los codos
hasta llegar a un máximo de 90º y volved a empujar el peso de vuestro cuerpo
hacia arriba. Notad siempre el peso de vuestro cuerpo en las manos, no en las
piernas.
Si, al principio, es demasiado,
podéis empezar realizando las flexiones con las rodillas apoyadas en el suelo.
Poco a poco podréis ir realizando las repeticiones con las rodillas en el aire.
EJERCICIO 4: ELEVACIONES DE TALÓN
El mejor ejercicio que hay para
trabajar los gemelos. Colocaos en una superficie elevada del suelo (un escalón
por ejemplo) de manera que sólo apoyéis la punta de los pies, los talones
quedan en el aire. Colocad el peso en los hombros o, en su caso, colocaos algún
cinturón, chaleco o mochila con peso. Dejad las manos libres por si las
necesitaseis en caso de perder el equilibrio.
Bajad los talones todo lo
posible y elevadlos al máximo. Intentad hacer siempre más rápida la subida que
la bajada.
EJERCICIO 5: ELEVACIÓN DE TALÓN SENTADO
Este ejercicio tonifica el
soleo, músculo situado bajo los gemelos y de gran importancia en cada zancada.
El ejercicio se realiza igual
que el anterior, pero en vez de estar de pie, se realiza sentado. Al estar
sentados colocaremos el peso sobre las rodillas.
EJERCICIO 6: PRESS FRANCÉS
Uno de los ejercicios más
conocidos para trabajar el tríceps. Tumbados decúbito supino (boca arriba) y
una barra con el peso adecuado en las manos. Las manos cogerán la barra a la
anchura de los hombros, ni por dentro ni por fuera. Flexionad los codos de
manera que la barra se acerque a vuestra frente y volved a estirarlos para
volver a la posición inicial.
En caso de no tener barra, unas
mancuernas o unos lastres en las muñecas irían bien. Sea cual sea la manera en
que lo hagáis, aseguraos de que vuestros codos no se separan, que se queden
paralelos el uno al otro.
EJERCICIO 7: ADUCTORES
Estos músculos están muy
implicados en la carrera. Para trabajarlos hay máquinas específicas en el
gimnasio. En estas máquinas, el peso se coloca en la parte interna de las
rodillas y las rodillas están separadas. Así, se ha de hacer fuerza para juntar
las rodillas.
En caso de que no dispongáis de
esta máquina, una banda elástica ancha sería perfecta. Colocaos la goma
alrededor de un tobillo y atadla a un lugar fijo (la pata de una mesa, por
ejemplo) que esté al lado de dicho tobillo. Asegurad vuestra posición, con la
espalda bien recta, si necesitáis apoyaros en algún sitio, hacedlo. Llevad el
pie que tiene atada la goma hacia el otro pie, e intentad cruzarlo por encima y
llevarlo más allá. Para volver a la posición inicial no dejéis la pierna
muerta, volved aguantando la resistencia. Hacedlo con una pierna y luego con la
otra.
EJERCICIO 8: ABDUCTORES
Otros grandes implicados en la
carrera. La máquina que se utiliza para estos músculos es similar a la
anterior, pero la resistencia se coloca por fuera de las rodillas y estas están
juntas. Así, se tiene que hacer fuerza para separar las rodillas.
En caso de no disponer de esta
máquina, trabajaríais también con una banda elástica. La colocaríais alrededor
de un tobillo y la ataríais a un lugar fijo, pero esta vez, ese lugar ha de
estar al lado del pie que no tiene la banda. Asegurad vuestra posición y alejad
el pie que tiene la banda del pie contrario. Para volver a la posición inicial
no dejéis la pierna muerta, aguantad la resistencia.
EJERCICIO 9: DOMINADAS DE BÍCEPS
Gran ejercicio tanto para los
bíceps como para los dorsales. Para realizar estas dominadas, las manos mirarán
hacia vosotros y estarán a la anchura de vuestros hombros.
Si veis que, en un principio,
este ejercicio es demasiado fuerte para vosotros, os aconsejo que leáis el post
que publiqué hace unas semanas sobre cómo llegar a realizar dominadas. Seguid
las mismas pautas pero con el agarre para bíceps.
Como veis los circuitos que os
convienen para entrenar no son complicados. Son completos y no requieren mucho
tiempo. Eso sí, no os olvidéis de estirar bien tras cada entrenamiento de
pesas, os ayudará a recuperaros mejor y a que notéis más los beneficios del
entrenamiento.
Tan sólo dedicadle un par de
días a la semana, no hace falta más. Creedme, notaréis la diferencia carrera a
carrera. J
Hola David
ResponderEliminarHace poco que sigo tu trabajo pero estoy encantada con toda la información que compartes.
Una forma de agradecértelo es concederte un premio por todo tu trabajo, puedes pasarte por mi blog a recogerlo cuando quieras, espero que te guste
Un saludo
Muchísimas gracias ARTESANOE. Realmente es un honor.
EliminarMuchas gracias por seguirme y por considerar que soy merecedora de este premio. :)