¿Cuántos de vosotros tomáis la
fruta como postre? Seguro que también hay muchos que la tomáis antes de comer,
¿a que sí?
Yo soy de las que necesitan
tomar la fruta antes de comer. No sé si a todos los que lo hacéis como yo os
pasa, o si sólo me pasa a mí: cada vez que alguien me ve comer fruta me llueven
las preguntas: “¿por qué la tomas ahora y
no después de comer?”, “¿es mejor si la comes antes?”, “¿verdad que me ayudará
a adelgazar si la tomo yo también antes?, y, mi afirmación preferida: “claro, es que comiéndola después, como es
lo último que entra en el estómago, fermenta y no se aprovechan las vitaminas”.
Supongo que a más de uno le
pasará como a mí. Por eso hoy, el objetivo de este post es poner un poco de luz
sobre este debate que, para mi gusto, ya dura demasiado tiempo e intentar
aclarar ciertos mitos sobre el tema.
Para empezar, una verdad. Tomar
la fruta antes de comer es de gran ayuda para los que están siguiendo una dieta
de pérdida de volumen. Pero cuidado, no vayáis a pensar que hace funciones de
quemador de grasas. No. Lo que sucede es que la fruta tiene gran contenido en
fibra. Como bien debéis de saber, la fibra sacia. Por lo que tomar la fruta
antes de comer va a hacer que sintamos sensación de saciedad, por lo que se
ingiere menos cantidad de alimento durante la comida.
Por otro lado, aquellos que,
debido a falta de tiempo o a falta de costumbre, no almorzáis lo suficiente y
llegáis hambrientos a la hora de comer, tomar fruta mientras calentáis la comida
os ayudará a aliviar esa ansiedad evitando así los problemas digestivos que
suponen el ingerir demasiada cantidad de alimento demasiado rápido (lo que
todos hacemos cuando estamos hambrientos).
Pero cuidado, estoy diciendo que
puede ayudar a perder volumen, nunca he dicho (ni diré) que tomar la fruta
después de las comidas engorde más que tomarla antes. Esto sí que es un mito
arraigado que quiero desmentir. La fruta no engorda más si la tomamos antes, o
después o entre comidas. Tiene las calorías que tiene, no hay más.
Tendrá exactamente las mismas calorías la tomes cuando la tomes. Es decir, si
una naranja tiene unas 42 kcal., tendrá 42 kcal. la tomes en el momento en que
la tomes, no por tomarla después de comer pasará a tener 88 kcal. Es ilógico,
lo veis, ¿verdad?
De hecho, tomar la fruta como
postre también puede ayudar en las dietas de pérdida de volumen. Si comes una o
dos piezas de fruta después de comer, es muy improbable que vayas a comer otros
postres (chocolates, galletas…) que sí os engordarán comáis cuando los comáis,
ya que contienen calorías vacías, sin nutrientes, que se acumulan en forma de
depósitos de grasa.
Otro mito que hay que desmontar
es aquel que dice que si la fruta se toma
después de comer, fermenta en el estómago y no se aprovechan las vitaminas.
Esto es totalmente erróneo. Nuestro estómago no es una pescadería, donde
atienden por orden de llegada. Da igual el orden en el que lleguen los
alimentos, una vez en el estómago no esperan, se mezclan con el resto de
alimentos y los jugos gástricos para formar la pasta que pasará al intestino
delgado, desde donde nuestro organismo aprovechará los nutrientes de los
alimentos ingeridos. Es imposible que nada fermente en el estómago. Y sí, no os
preocupéis, las vitaminas de la fruta las vamos a aprovechar tanto si la
tomamos antes como si la tomamos después de comer.
Ahora, también he de decir, que
tomarla antes de comer puede facilitar mucho la digestión, ya que las
sustancias ácidas que contienen la gran mayoría de las frutas favorecen las
secreciones del estómago. Por lo que, si tenéis digestiones pesadas, es muy
recomendable tomar la fruta antes.
Como veis, tomar la fruta
después de comer no engorda. Bien al contrario, puede ayudar a perder volumen
tanto como tomarla antes. Por supuesto no fermenta en el estómago y vais a
aprovechar todas las vitaminas comáis cuando la comáis… Así que, “Divi, ¿tú por qué la tomas antes de comer?”.
Sinceramente, lo hago porque me gusta así. Manías. Ya que da igual cuándo
tomarla, yo lo prefiero antes. Pero no os agobiéis, que da exactamente igual.
Está comprobado. Si sois de los que la preferís de postre, no cambiéis vuestro hábito (a no ser que tengáis las digestiones pesadas).
Ya veis, lo importante no es
cuándo tomar la fruta, lo importante es tomar fruta. Si sois de los que no la
tomáis, sí que os tengo que pedir un favor, comed fruta, notaréis cómo os
cambia hasta la piel, pareceréis más jóvenes, tendréis más vitalidad… Creedme,
no os arrepentiréis de seguir este consejo. J
Si sois de los que, ya sea por
seguir una dieta, ya sea por obsesión, contáis las calorías de todo lo que
ingerís, os dejo una tabla con las calorías que contienen diferentes frutas.
Frutas – Valor energético (kcalorias por cada 100 mg.)
|
||||
Aguacate
|
136
|
Manzana
|
58
|
|
Albaricoque
|
63
|
Melocotón
|
63
|
|
Arándanos
|
55
|
Melón
|
42
|
|
Cerezas
|
60
|
Membrillo
|
38
|
|
Chirimoya
|
82
|
Moras
|
37
|
|
Ciruela
|
50
|
Naranja
|
42
|
|
Frambuesa
|
40
|
Nectarina
|
63
|
|
Fresas
|
45
|
Nísperos
|
65
|
|
Granada
|
65
|
Papaya
|
55
|
|
Grosella
|
40
|
Pera
|
62
|
|
Higos
|
80
|
Piña
|
62
|
|
Kiwi
|
50
|
Plátano
|
100
|
|
Limón
|
30
|
Pomelo
|
35
|
|
Mandarina
|
40
|
Sandía
|
30
|
|
Mango
|
70
|
Uvas
|
75
|
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