Aunque sé que hay gente a la que
no le gusta nada esta época del año, y aunque cada año se atrase más, sabemos
que el frío acaba llegando. Y este año ya está aquí.
Yo no sé cómo habrá sido por
vuestra zona. Pero donde yo vivo ya llegado de repente. Un día íbamos todos en
manga corta y al día siguiente estábamos buscando desesperadamente los abrigos
porque las temperaturas bajaron de manera drástica. Y ahora, cómo no, mucha
gente de la zona va pegada a su paquete de klinex, tosiendo, estornudando,
moqueando… Sí, un año más, han llegado los resfriados.
El resfriado es, creo yo, una de
las enfermedades más comunes que existen, y también una de las más incómodas de
pasar debido a la congestión, los estornudos, la tos, el dolor de cabeza…
Seguro que si le comentáis a alguien que estáis resfriados os dirán sin dudarlo
algún remedio farmacológico, a todos nos ha tocado tomarlos alguna vez. Pero
hemos de tener en cuenta, que hay remedios mucho mejores que los químicos para esta enfermedad. Estos remedios están (o deberían estar) en nuestra
alimentación.
Hoy os voy a nombrar algunos
alimentos que, tomados asiduamente, pueden ayudarnos a prevenir el resfriado e,
incluso, a aliviarlo. Vamos a intentar no tomar tanto químico este año.
En primer lugar, y, en parte,
debido a la zona en la que vivo, os voy a hablar de los cítricos, sobre todo de
mis queridas naranjas. Seguro que
más de uno de vosotros, al sentirse resfriado, ha escuchado el famoso consejo: “bebe
zumo de naranja, que es muy bueno”. Pues sí, el consejo también es muy
bueno. Las naranjas son muy ricas en vitamina C, un antioxidante que estimula
el sistema inmunológico para prevenir posibles infecciones como la gripe o el
resfriado. A parte, la mandarina
(una de las variedades de la naranja) aporta grandes cantidades de
beta-caroteno a nuestro organismo. El beta-caroteno, al ser absorbido por
nuestro organismo, se transforma en vitamina A, que refuerza las defensas y
ayuda a prevenir enfermedades, sobre todo del aparato respiratorio.
Ahora, aunque me cueste
admitirlo, si podéis elegir entre una naranja y un kiwi, escoged la segunda
opción, ya que el kiwi nos aporta más
del doble de vitamina C que las naranjas. Pero, la verdad, ¿para qué elegir
si podemos tomarlas las dos, no?
Puestos a hablar de cítricos, no
se puede dar de lado al limón, sobre
todo cuando ya estemos enfermos. Tiene un fuerte poder antiséptico que lo
convierte en un remedio natural infalible contra la tos y el dolor de garganta.
También he de hablaros del ajo, el mejor antibiótico natural que
existe. El ajo aumenta las defensas y mejora la respuesta del organismo
ante virus y bacterias, también sirve para tratar infecciones respiratorias y
ayuda contra la tos y, además, tiene propiedades mucolíticas que ayudan a
expulsar los mocos en procesos gripales y catarrales. Lo único malo es que,
para que no pierda ni una sola de sus propiedades, se ha de consumir crudo.
Ahora, que el olor que deja en la boca no os impida comerlo, hay remedios
naturales que ayudan a contrarrestarlo, como, por ejemplo, beber zumo de limón
o masticar hojas de perejil nada más comerlo. Si, aún así no os convence, no os
preocupéis, podéis recurrir a las cápsulas de ajo, que mantienen todas sus
propiedades.
Si, aun con todo, no os convence esta
opción, os podéis decantar por la
cebolla, cuyo efecto es similar al del ajo, pero tiene la ventaja de que no
pierde las propiedades al cocinarse.
Ahora os hablaré de un alimento
que, seguro que os sorprende, uno de los que más ayudan a mejorar nuestras
defensas, la calabaza, un alimento
que nos aporta una gran cantidad de beta-caroteno. Además, también ayuda a
eliminar la mucosidad en bronquios, pulmones y garganta.
Un producto típico de invierno
que tampoco debería faltar en nuestra cocina son las granadas. No sólo son ricas en vitamina C, además cubre las
necesidades diarias de ácido fólico y es tres veces más antioxidante que el té
verde. Cuando estamos enfermos, esta fruta nos ayuda a combatir la fiebre, los
dolores de garganta y la infección de oído. ¿Verdad que ahora la veis con otros
ojos? Si no os apetece tomarla como postre, mi consejo es que la pongáis en la
ensalada, la cambia por completo dándole un toque exótico, probadlo y me
contáis.
Algo que no puede faltar en
nuestra nevera, el huevo, también
nos va a ayudar contra el resfriado, ya que es un rico en minerales (sobre todo
en selenio y zinc) que ayudan a mantener el sistema inmunológico sano. Hay
estudios que demuestran que la deficiencia de selenio o de zinc está
relacionada con el aumento de gripes y resfriado o con el desarrollo más agudo
de estas enfermedades.
Tampoco hay que olvidarse de la manzanilla,
que no sólo ayuda a aliviar dolores de estómago, sino que, además tiene
propiedades que nos ayudan a calmar y aliviar la tos.
Cómo
no, tengo que hablar también de la miel.
¿Sabíais que en el año 2007 se descubrió que la miel mejor antitusivo que el
dextrometrofano (principio activo que contienen los jarabes para calmar la
tos)? Sí, como lo leéis, es mucho mejor tomarse una cucharadita de miel cuanto
tenemos tos que acudir a los fármacos. A parte, la miel también es una gran
ayuda para nuestras defensas. Personalmente os aconsejaría que intentaseis
consumir miel natural, no la que se comercializa en los supermercados y grandes
superficies. Ésta ha sido tratada con grandes cantidades de glucosa.
Aquí
tenéis mi lista de los imprescindibles en invierno. Nuestra mejor ayuda contra
esa enfermedad tan común y tan incómoda. Incluid estos alimentos en vuestra
dieta diaria e igual os sorprendéis a ver que no os resfriáis este año, o al
ver cómo vuestros resfriados pasan antes. J
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