Seguro que os habéis fijado en
la reacción de la gente cuando alguien dice que le gusta el chocolate: sonrisas
de comprensión y frases como “¿a quién
no?”. Es muy raro encontrar a alguien a quien no le guste el dulce. Y, ¿os
habéis fijado en la reacción de la gente cuando dices que te gusta el brócoli?
Yo sí, la reacción más frecuente es que te miren con cara de estar mirando a un
bicho raro.
Aunque parezca mentira, somos
muchos los amantes de este vegetal. Un vegetal que nos hace disfrutar de cada
comida con su gran sabor. Sinceramente, no entiendo por qué nos miran raro
cuando comentamos el hecho de que lo comemos o todos o casi todos los días. A
ver, habrá gente que lo habrá probado y a la que no le ha gustado. Por supuesto,
como en todo. Pero estoy segura de que la gran mayoría ni siquiera lo ha
probado. Hay a quien no le gusta la coliflor y, por similitud, ya creen que no
les va a gustar el brócoli. Hay gente que el mero hecho de que sea verde le
impide comprarse uno para probarlo.
Seguro que si la gran mayoría de
los que aseguran no gustarles el brócoli lo probasen, les sorprendería el sabor
y se engancharían a este vegetal. A mí me pasó. He estado pensando, y la mejor
manera que se me ocurre para intentar que probéis el brócoli es hablaros de sus
beneficios, que no son pocos.
Voy a comenzar hablando de lo
que, para mí, es lo más importante: está comprobado que el brócoli reduce el riesgo de padecer ciertos tipos de cáncer
(como el de estómago, colon, próstata y mama). Sí, se ha comprobado que al
masticar brócoli se segrega sulforafano,
un compuesto muy potente que aumenta las enzimas que ayudan al cuerpo a
deshacerse de sustancias cancerígenas y mata células anormales.
Por otro lado, el brócoli
contiene unas sustancias llamadas indoles
que bloquean los receptores de estrógenos en las células de cáncer de mama,
impidiendo así el crecimiento de células cancerígenas sensibles a los
estrógenos de los senos.
Eso sí, algunos expertos
aseguran que para obtener estos beneficios es mejor comer el brócoli crudo.
Pero no os preocupéis, el brócoli crudo está tan rico como el cocinado.
También está comprobado que el
brócoli es un potente desintoxicante del
organismo. El encargado de limpiar nuestro organismo de determinadas
toxinas que consumimos (como por ejemplo, la cafeína) es el hígado. Varios
estudios han concluido que el sulforafano del brócoli mejora esta función del
hígado.
He de comentar, como no, que el
brócoli es una gran fuente de
antioxidantes como las vitaminas C, A y E y ciertos flavonoides como la
guercitina y el kaempferol. Todos ellos ayudan a reducir el riesgo de estrés oxidativo en el organismo, retrasando en
envejecimiento celular y, para todos aquellos que se preocupan por su estética,
ayudando a que nuestra piel parezca más juvenil, ya que pueden ayudar a
retrasar la aparición de las arrugas y la flacidez cutánea.
Otra gran ventaja del brócoli es
su alto contenido en fibra. Todos
aquellos que tenéis problemas de colesterol debéis saber que para bajar el
nivel de colesterol en sangre se suele recomendar consumir alimentos con alto
contenido en fibra. Por otro lado, el sulforafano que se crea al masticar
brócoli activa una proteína en el organismo que detiene la formación de placa en las arterias. Además, otras sustancias
presentes en el brócoli detienen la inflamación crónica dentro de los vasos
sanguíneos y de las células, por lo que es es muy bueno para prevenir problemas de circulación sanguínea.
Voy a seguir hablando del
sulforafano, ya que puede rejuvenecer el sistema inmunológico lo suficiente
como para proteger al organismo de
enfermedades típicas del envejecimiento como son la artritis, el Alzheimer
y ciertas enfermedades cardiovasculares.
Otra de las grandes virtudes de
este vegetal es que es rico en riboflavina (vitamina B2). Ésta ayuda a que los
ojos se adapten a los cambios de luz. Su deficiencia puede resultar en
inflamación, visión borrosa y fatiga ocular. Además, ciertas investigaciones
sugieren que tanto la riboflavina como ciertos carotenoides presentes en el
brócoli ayudan a prevenir enfermedades
oculares como las cataratas o, al menos, retrasan su progreso.
El brócoli también fortalece los huesos hay que es una
gran fuente de calcio y de vitamina K, esenciales para la formación de
osteocalcina, proteína que se encuentra sólo en los huesos. Por eso su consumo
es tan recomendado para mujeres en la pre-menopausia. Su consumo diario ayuda a
prevenir la osteoporosis.
También he de mencionar su alto
contenido en hierro, que lo convierte en un gran aliado contra la anemia, y en ácido fólico, lo que lo hace muy
necesario para las mujeres embarazadas o para aquellas que están pensando en
quedarse embarazadas.
Su consumo también es muy
importante para los hombres, ya que su alto contenido en zinc ayuda al buen funcionamiento de la próstata
y, además, está comprobado que el consumo regular de brócoli mejora la calidad de los espermatozoides.
Como no, he de comentar que si
estáis realizando una dieta para perder volumen, el brócoli os va a ayudar
mucho, ya que contiene muchos nutrientes y pocas calorías (23kcal. por cada
100gr.).
Muchos expertos en el tema me
dirán que me he quedado corta, lo sé. El brócoli tiene muchos más beneficios.
Sólo he nombrado los que creo más importantes. Si me pongo ha hacer una lista
de todos, éste sería un post interminable.
Espero haberos hecho recapacitar
un poco. Aunque sea, espero que os haya entrado curiosidad por probarlo. Ojalá
lo hagáis, no sólo os sorprenderéis de su sabor y empezaréis a darnos la razón
a todos los que decimos que está buenísimo, sino que, además, notaréis que es
buenísimo para vuestra salud. J
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