Durante años se ha pensado que
la gente que tiene asma no debe realizar ejercicio físico, ya que éste puede
ser un desencadenante de una crisis asmática.
Una vez más voy a romper una
lanza a favor de la actividad física. En contra de lo que siempre se ha
pensado, a una persona no se le ha de
prohibir que realice ejercicio físico simplemente por ser asmático. Esta
enfermedad no es limitante en este sentido.
Es verdad que hay personas
asmáticas cuya condición física es inferior a la recomendada. Esto suele ser
debido a los límites que siempre les han puesto para la realización de
cualquier tipo de deporte. Si desde pequeños no han realizado ningún tipo de
actividad deportiva simplemente por ser asmáticos, es normal que su condición
sea inferior a la media, ¿no creéis?
Su condición física también
puede deberse a un mal estado nutricional inducido por el uso de corticoides o
a otros factores (psicológicos, por ejemplo).
Ahora, estudios recientes demuestran que el ejercicio físico, realizado de
manera adecuada, puede aportar muchos beneficios a las personas que sufren esta
enfermedad.
Vamos a tener en cuenta que la
actividad física, bien realizada, aumenta
la capacidad pulmonar. Esto va a hacer que las hiperventilaciones que se
ocasionan al realizar algún esfuerzo se reduzcan o, como mínimo que no sean tan
fuertes, e irán mejorando conforme la capacidad física de la persona mejore.
Así, la persona asmática, al realizar ejercicio, no sólo mejorará su condición
física, también mejorará su tolerancia
al ejercicio. Cada vez le costará menos.
A parte, el ejercicio también va
a ayudar a disminuir la ansiedad y el
nerviosismo que ocasionan los ataques. Se puede decir que aporta beneficios
psicológicos.
Ahora, si eres asmático has de
ir con cuidado. Como bien he dicho antes, para obtener los beneficios que he
nombrado, hay que realizar la actividad que se escoja de manera correcta. Una
persona asmática no puede comenzar a hacer ejercicio como lo haría cualquier
otra persona. Vamos a tener en cuenta que todos, cuando realizamos una
actividad física por primera vez, nos cansamos, nos sentimos fatigados e,
incluso, tenemos sensación de ahogo. Todas estas sensaciones son todavía más
fuertes en una persona asmática.
Así, una persona con asma ha de adaptarse a cualquier actividad física de
manera progresiva. Sólo incorporándose a una actividad de manera progresiva
aprenderán a distinguir, con el tiempo, entre la sensación de ahogo normal, la
que todos sentimos cuando realizamos alguna actividad, y la sensación de ahogo
por una crisis de asma.
A parte de esto, hay que tener
en cuenta que el ejercicio, aunque puede ayudar a mejorar la calidad de vida de
una persona asmática, no puede curar la enfermedad. Si eres asmático, has de seguir tomando la medicación prescrita por
tu médico, aunque te encuentres mejor. Además, antes de realizar cualquier
actividad por primera vez, es muy recomendable que lo consultes con tu médico.
Él te podrá decir si la actividad que te propones realizar te conviene más o
menos (dependiendo del grado de tu enfermedad), e, incluso, te puede aconsejar
sobre qué actividades te irían mejor.
De forma general, os puedo dar
unos consejos para intentar evitar sufrir un ataque de asma durante la
realización de ejercicio:
Por lo general, el deporte más aconsejable para las
personas asmáticas es la natación. Esto es debido a que uno de los
principales desencadenantes de crisis asmática es el enfriamiento y la sequedad
de las vías respiratorias. El hecho de que el ambiente de las piscinas
climatizadas sea cálido y húmedo, hace que este deporte sea idóneo para los
asmáticos.
También son aconsejables los deportes de equipo (ya que permiten la
relajación momentánea) o cualquier
actividad que se pueda realizar acompañado. Eso sí, las personas que
realicen la actividad contigo han de saber que tienes asma para poder actuar
correctamente en caso de que sufras una crisis.
Por el contrario, los deportes
que requieren un esfuerzo físico intenso durante un tiempo prolongado (carreras
de fondo, por ejemplo), pueden desencadenar una crisis, sobre todo si se
practican al aire libre. Tened en cuenta que en invierno respiraréis aire frío,
algo que, como he dicho, es uno de los principales desencadenantes de crisis
asmática, y en primavera la atmósfera está cargada de todo tipo de pólenes, si
sufres asma alérgico es casi imposible que no sufras una crisis.
Antes de realizar cualquier ejercicio, has de asegurarte de no tener
ningún síntoma
(tos, ruidos respiratorios, dificultad al respirar…) y de no padecer ningún proceso infeccioso que pudiera agravar la
enfermedad. Si, mientras estás realizando cualquier ejercicio, notas
cualquier síntoma, por pequeño que sea, para. Respira, tranquilízate y controla
la crisis. Cuando todo pase podrás reincorporarte al ejercicio (siempre de
manera progresiva).
Cómo no, jamás comiences un ejercicio sintiéndote cansado y lleva siempre encima
la medicación necesaria en caso de aparición de síntomas de crisis.
También es muy recomendable evitar realizar cualquier actividad física
en presencia de estímulos que puedan provocar asma (polen y otros
alérgenos, humo y contaminación en general)
Si el calentamiento antes de realizar cualquier actividad física es muy
importante para cualquiera de nosotros, lo es mucho más para una persona
asmática. Éste ha de ser progresivo y ha de incluir movilidad articular,
muscular y ejercicios respiratorios. Ha de ser progresivo y de una duración
mínima de 10 minutos. De igual modo también es muy importante que no se pare de
hacer ejercicio de golpe. La vuelta a la
calma ha de ser gradual.
Es muy aconsejable que las
personas asmáticas inspiren por la nariz
y espiren por la boca. Sé que para la realización de algunas actividades es
difícil, pero tened en cuenta que las fosas nasales ayudan a calentar y filtrar
el aire que respiramos. Algo muy necesario para las personas con asma.
Como bien he dicho, estos
consejos son muy generales. Y, como siempre digo, cada persona es un mundo. Consultad siempre a vuestro médico antes de
comenzar una actividad y, cómo no, poneos
siempre en manos de profesionales titulados. Sólo los entrenadores y
preparadores físicos podrán guiaros para que realicéis cualquier actividad de
manera segura, adaptando cada actividad a vuestra situación. Exigid titulación
a las personas que os vayan a entrenar, no os pongáis en manos de cualquiera.
Como veis, el deporte no sólo no
está contraindicado para personas asmáticas, bien al contrario puede ayudar
mucho a mejorar. Eso sí, se han de tomar ciertas precauciones, pero eso no quiere
decir que sea contraproducente, todo lo contrario. Si os sirve de ejemplo, os
diré que grandes deportistas de elite como Indurain (ciclista), o Mark Spitz y
Tom Dolan (nadadores) son asmáticos.
Quitaos el miedo a realizar
ejercicio. Poneos en manos de profesionales. Haced las cosas de manera
progresiva y con precaución y comenzad ya a hacer deporte. Vuestra salud os lo
agradecerá. J
Para cualquier consulta: mejorsiesconsalud@gmail.com
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