Por lo general, el Potasio es
ese mineral del que sólo nos acordamos cuando sufrimos calambres. Estoy segura
de que nadie, o casi nadie, sabe la razón, pero en cuanto alguien sufre un
calambre muscular lo primero que se le dice es “eso es que te falta potasio”.
Sí, es verdad, uno de los
síntomas de la hipopotasemia o hipokalemia (falta de potasio) es la aparición
de calambres musculares. Lo malo es que esto es lo único que sabe la gran
mayoría sobre este mineral. Por lo general no se le da importancia, incluso
muchos se niegan a ingerir alimentos que lo contienen porque siguen dietas
demasiado estrictas y piensan que son alimentos muy calóricos. Gran error.
Cuando seguimos una dieta, no
sólo hemos de fijarnos en el número de calorías que ingerimos. Sobre todo hemos
de asegurarnos de que esa dieta sea sana y equilibrada, ya que la falta de
algún macronutriente (hidratos de carbono, proteínas y grasas) o de algún
micronutriente (vitaminas y minerales) puede acarrearnos graves problemas de
salud.
En este caso, el potasio es un
mineral. Pero no es un mineral cualquiera. Está considerado un macromineral, ya
que es uno de los más presentes en nuestro organismo. En concreto, es el tercer
mineral que nuestro cuerpo posee en mayor cantidad (tras el calcio y el
fósforo). Ahora es cuestión de pensar: si nuestro cuerpo posee tan alta
cantidad de este mineral, será por algo, ¿no?
Pues sí, el potasio juega un papel muy importante en nuestro organismo.
Junto con el sodio regula el equilibrio
de agua y del ácido base tanto en la sangre como en los tejidos.
Además interviene directamente en la contracción muscular. Una vez más,
recuerdo que el corazón es un músculo, por lo que podemos imaginarnos la
importancia que tiene este mineral para nuestra salud cardíaca, ¿verdad?
Por otro lado, muchas enzimas necesitan potasio para poder
activarse. Entre ellas, destaca la enzima piruvato quinasa, muy importante
en el metabolismo de los hidratos de carbono. Como he comentado más de una vez,
los hidratos de carbono son la principal fuente de energía que utilizan
nuestros músculos para moverse.
Si a todo esto añadimos que es esencial para la síntesis de proteínas,
importantes para el desarrollo muscular, vemos lo importante que es ese mineral
para nuestro sistema muscular. De ahí que su déficit cause, entre otras cosas,
problemas musculares (calambres).
Ahora, no vayáis a pensar que
las funciones de este macromineral en nuestro organismo, se quedan aquí. No.
Tiene muchas más. Entre ellas destacan:
-
Ayuda a transportar oxígeno al
cerebro (junto
con el fósforo).
-
Ayuda a normalizar el ritmo
cardíaco (junto
con el calcio y el sodio).
-
Ayuda a regular la presión
arterial.
-
Estimula los impulsos nerviosos
y la actividad neuromuscular (junto con el sodio)
-
Ayuda a mantener el equilibrio
del PH de nuestro organismo.
-
Colabora de forma directa en la
conversión de la glucosa en glucógeno.
-
Ayuda a la formación de músculos, por lo que es de vital
importancia para un crecimiento normal.
-
Estimula los movimientos del intestino, por lo que su consumo es de
gran importancia para aquellas personas que sufren estreñimiento.
-
Favorece la eliminación de
líquidos.
-
Ayuda a combatir la fatiga.
Así, con todo lo que hace en
nuestro organismo, os podéis imaginar que la falta de potasio puede acarrear
problemas mucho más graves que un calambre muscular, ¿verdad?
Pues sí, la hipokalemia, además de calambres musculares, puede provocar
problemas como debilidad y fatiga
muscular, dolores de huesos y articulaciones, irritabilidad, estreñimiento,
retención de líquidos y edemas, confusión mental y falta de reflejos,
hipoglucemia, arritmias cardíacas, alteraciones de la presión arterial,
alteraciones del crecimiento, nauseas y vómitos.
Así que, ya sabéis, si tenéis
alguno de estos síntomas, id a vuestro médico y haceros una analítica de
sangre. Puede que vuestros niveles de potasio sean demasiado bajos y, si no lo
solucionáis, los problemas pueden ir a peor.
Lo peor de todo es que, muchas veces, somos nosotros mismos lo que
nos provocamos la falta de potasio y no lo sabemos. Debéis de saber que
nuestro organismo elimina mucho potasio a través de la orina. Así, todas aquellas personas que abusan de los
diuréticos con la esperanza de perder alguna talla, sin saberlo, están
haciendo que su organismo elimine más potasio del que debería. Si ese potasio
no se recupera, se puede llegar a la hipokalemia.
Lo mismo les pasa a todas
aquellas personas que abusan de laxantes
(ya sea para bajar tallas o para combatir el estreñimiento). Tanto para perder
líquidos, como tallas, como para intentar aliviar el estreñimiento, deberíais
llevar una dieta adecuada, con el consumo adecuado de agua, y realizar
ejercicio diario. Intentad no abusar de este tipo de productos, que eliminan de
vuestro cuerpo nutrientes esenciales.
También hemos de tener mucho cuidado aquellos que sudamos copiosamente.
Nuestro cuerpo también elimina potasio a través de la sudoración. Así, sobre
todo ahora que llega el calor, tras realizar cualquier ejercicio que nos haga
sudar de manera excesiva, debemos de rehidratarnos con una buena bebida
deportiva. Ésta no sólo nos ayudará a reponer los líquidos perdidos, también
nos ayuda a reponer los electrolitos eliminados con el sudor (principalmente
potasio y sodio).
También es bueno que sepáis que
el potasio y el sodio han de estar en perfecto equilibrio en nuestro organismo.
Así, el consumo excesivo de sal
romperá ese equilibrio. Nuestro cuerpo necesitaría también más potasio. Si no
se lo proporcionamos, nuestro cuerpo no eliminará el sodio pensando que hay un
exceso de este mineral. Lo que hará es pensar que los niveles de potasio son
bajos y actuará en consecuencia (comenzarán los síntomas de la hipokalemia).
Por lo que, si tenéis la costumbre de añadir mucha sal a los alimentos, empezar
a cambiarla. Nuestro organismo tiene suficiente sal con la que contienen los
alimentos de forma natural, no es bueno que abuséis de este producto. Si la
comida os parece sosa sin tanta sal, ¿por qué no probáis a añadir especias a
vuestros alimentos? Creedme, os sorprenderéis.
Como he comentado, el potasio
ayuda a convertir la glucosa en glucógeno. Así, si consumimos demasiado azúcar refinado (glucosa,
nuestro organismo no la necesita), nuestro organismo necesitará más potasio
para poderla convertir en glucógeno (muy importante para nuestro organismo).
Como consecuencia, disminuye el nivel de potasio en nuestro organismo.
Otro gran error que comete mucha
gente que busca perder alguna talla es el de dejarse llevar por las peligrosas dietas milagro. Desde hace unos años, la mayoría de esas dietas
se basan en una premisa: reducir al
máximo el consumo de hidratos de carbono. Ahora pensad, el potasio
interviene directamente en la contracción muscular. Si le negamos a nuestro
cuerpo la principal fuente de energía que utilizan nuestros músculos para poder
moverse, ¿qué pasará? ¡Correcto! Nuestro organismo utilizará más potasio del
necesario para lograr mover cada uno de nuestros músculos. Ya suponéis lo que
esto quiere decir, ¿verdad? Aumentamos el riesgo de sufrir hipokalemia. Quitaos
de la cabeza eso de que los hidratos de carbono engordan. Es mentira. Los
hidratos de carbono son muy necesarios para nuestro organismo. Sólo hay que
saber cómo y cuándo tomarlos.
Otro de los problemas de este
tipo de dietas es que suelen ser hipocalóricas (bajas en calorías). Así,
suelen prohibir el consumo de ciertos alimentos por “tener demasiadas calorías”, sin tener en cuenta que esos alimentos
son muy importantes para nuestra salud. Muchos de ellos son nuestra principal
fuente de potasio (plátano, frutos secos, legumbres…).
También hemos de tener cuidado
con el estrés, tanto físico como
emocional. Está comprobado que aquellos que lo sufren de manera prolongada
tienen más probabilidades de sufrir hipokalemia.
En caso de que sufráis
hipokalemia, sólo vuestro médico puede aconsejaros sobre cómo recuperar los
niveles de potasio. Sólo él sabrá qué suplementos son los adecuados para
vuestro caso.
Si no la sufrís, está en vuestra
mano no llegar a sufrirla. Sólo tenéis que eliminar algunos malos hábitos como
el consumo excesivo de sal o de azúcar refinado, no hacer locuras para perder
tallas…, y añadir a vuestra dieta alguno de estos alimentos (todos ellos ricos
en potasio):
-
Pescados: caballa, salmón y trucha.
-
Carnes: pollo y carnes rojas.
-
Frutas: plátano, melón (tanto verde
como amarillo), kiwi, albaricoque, cereza, ciruela, uva (las uvas y las
ciruelas pasas tienen mayor concentración de potasio que las frescas).
-
Hortalizas: alcachofa, apio, berenjena,
boniato, brócoli, calabaza, col, guisantes, maíz dulce, rábano, remolacha,
zanahoria.
-
Legumbres: habas, judías blancas,
lentejas.
-
Productos lácteos.
-
Frutos secos: nueces, almendras, avellanas.
-
Setas: champiñones y trufas.
Como veis, no nos lo podemos
tomar a broma. Desterrad malas costumbres y comenzad a darle importancia a este
mineral. Vuestra salud os lo agradecerá. J
Para cualquier consulta: mejorsiesconsalud@gmail.com
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