Seguro que muchos de vosotros
conoce a alguien que, por más que coma, no engorda. Seguro que también conocéis
a los que engordan con tan sólo mirar la comida. Los primeros viven
despreocupados, comen lo que quieren, cuando quieren, en las cantidades que
quieren y presumen de no engordar porque “tengo
el metabolismo rápido”
Los segundos se desesperan
probando dietas, comiendo cada vez menos, intentan hacer deporte pero, al ver
que los resultados no llegan en el tiempo que desean, acaban abandonando.
Muchos de ellos oyen de boca de su médico aquello de “eres de metabolismo lento” y se rinden, toman esta afirmación como
si fuese el nombre de una enfermedad que van a padecer toda la vida y caen en
el peor círculo vicioso que existe, el del sedentarismo: como su metabolismo es
lento creen que no van a ver resultados y entonces “¿para qué hacer ejercicio?, si
igual voy a engordar, ¿para qué comer bien?"... Así, se ven cada vez peor,
se desmotivan cada vez más, se gustan cada vez menos y cada vez tienen menos
ganas de hacer nada.
Como ya os comenté hace un
tiempo, el sedentarismo es muy peligroso, ya que favorece la aparición de
enfermedades coronarias, diabetes tipo II, etc. Además, he de añadir que el
estilo de vida sedentaria hace que el
metabolismo se haga todavía más lento.
Pues bien, el post de hoy es
para todos esos que tienen el metabolismo lento. Voy a intentar que veáis que
lo que os pasa, en la mayoría de los casos, no es una enfermedad, es un efecto.
Sí, paso a paso, haciendo las cosas bien, podéis eliminar la causa y acelerar
vuestro metabolismo. Sólo necesitáis
paciencia y fuerza de voluntad.
Para empezar, ¿sabéis lo que es el metabolismo? Es
necesario que lo sepáis para poder entender el cómo se acelera. Básicamente, el
metabolismo (metabolismo basal) es la cantidad de energía que nuestro cuerpo
utiliza estando en reposo absoluto, es decir, la energía que nuestro cuerpo
consume simplemente para mantenerse vivo. Se dice que el metabolismo es lento
cuando esa energía es muy baja.
Ahora una gran pregunta: ¿cuáles
son las causas que ralentizan el metabolismo?
Hay varias razones por las que
un metabolismo puede hacerse cada vez más lento. Si veis que comiendo lo mismo
de siempre aumentáis volumen y que cada vez os cuesta más quemar grasa, lo
primero que tenéis que hacer es ir a que os hagan una analítica. Como he dicho
antes, en la mayoría de los casos tener un metabolismo lento no es una
enfermedad, pero siempre cabe la posibilidad de que sufráis hipotiroidismo, enfermedad que surge
cuando la glándula tiroides (encargada de regular el gasto calórico y el
metabolismo) no funciona correctamente. Lo bueno es que es fácilmente
reversible. Siguiendo el tratamiento médico adecuado el funcionamiento de esta
glándula se regula, con lo que vuelve a regularse el metabolismo.
Si ésta no es la causa por la
que vuestro metabolismo se ha vuelto lento, podríais tener alguna intolerancia o alergia alimenticia.
Las alergias y las intolerancias hacen que las digestiones sean malas, lo que,
se ha comprobado, ralentiza el metabolismo. Mi consejo es que os hagáis la
prueba de la intolerancia, a ver si estáis consumiendo algún producto que no
deberíais de comer. No seáis reticentes a hacerlo simplemente porque “siempre he comido lo mismo y me ha sentado
bien”, muchas intolerancias y alergias salen de repente. Así, igual un
tomate, o un vaso de leche, que siempre os ha sentado bien, puede pasar a
haceros daño de una semana para otra.
Pero bueno, he de admitir, que
en muchos casos, las causas no son orgánicas, sino que las provocamos nosotros. El hecho de comer demasiado rápido, de no
practicar ningún tipo de actividad física o de no beber la suficiente cantidad
de agua puede provocar (y provoca) que el metabolismo se ralentice.
Una vez sabemos lo que hace que
nuestro metabolismo no funcione a la velocidad adecuada, sólo tenemos que
ponerle solución. Como he dicho antes, eliminar la causa. Si estáis en los dos
primeros casos, es muy fácil: en el caso de hipertiroidismo sólo hay que seguir
el tratamiento médico, en el caso de alergia o intolerancia sólo hay que dejar
de consumir lo que os haga daño. Ahora, si sois vosotros los que lo estáis
provocando con vuestros malos hábitos, hay que ponerse manos a la obra y
cambiarlos.
Lo primero que hay que hacer es cambiar los hábitos alimenticios.
Muchos de vosotros, cuando veis que ganáis volumen aunque comáis poco, optáis
por la opción de comer cada vez menos, o caéis en la tentación de las
peligrosas dietas milagro. Gran
error. Como he explicado en más de un post, cuanto menos se come más grasa se
acumula. Deberíais comenzar a comer, como mínimo, cinco veces al día. No sólo
controlaréis mejor lo que coméis, sino también cuánto coméis, ya que al comer
más seguido desaparece la ansiedad que aparece cuando hacemos que nuestro
cuerpo pase demasiadas horas en ayunas. Además, el proceso digestivo necesita cierta cantidad de energía para llevarse a cabo, por lo que si hacemos que trabaje más, activaremos nuestro metabolismo. Eso sí, no se trata de comer cinco
veces al día a base de fritos, comidas basura, dulces y demás. Se trata de llevar una dieta sana y equilibrada.
Lo mejor que podéis hacer a este
respecto es poneros en manos de un buen nutricionista/endocrino. Nadie mejor
que un experto en nutrición os va a poder aconsejar sobre qué comer y cuándo.
Ellos os dirán las cantidades de alimento que debéis tomar y el tiempo que ha
de pasar entre cada ingesta. Veréis como, siguiendo la dieta adecuada, vuestro
organismo comienza a reaccionar. Además, estos profesionales os harán un
seguimiento y os irán cambiando la dieta conforme vuestro metabolismo se vaya
regulando y vayáis cambiando vuestros hábitos.
Eso sí, dentro de la dieta que
te aconsejen, asegúrate de beber el agua
suficiente. El agua es vital para nuestro organismo, sin ella no funcionan
bien ninguno de nuestros sistemas. Así, si bebemos poco agua estos sistemas
dejan de funcionar correctamente, por lo que van frenando su actividad. Seguro
que habéis adivinado el efecto que esto tiene: nuestros sistemas están cada vez
más parados por lo que cada vez gastamos menos energía (hemos hecho que nuestro
metabolismo se vuelva lento).
Mi consejo es que bebáis al menos dos litros de agua al día.
Igual muchos pensáis que es demasiado, pero no lo es, es lo necesario para
nuestro cuerpo. Los que no estéis acostumbrados a beber mucha agua lo veréis
imposible, pero no lo es, hacedlo. Al principio os notaréis hinchados, pero en
pocos días notaréis que esa hinchazón desaparece e iréis notando como vais
perdiendo esa grasa que tan poco os gusta (el
agua ayuda a eliminar toxinas que favorecen la acumulación de grasa).
También es importante que
durmáis bien. Intentad dormir cada noche
entre seis y ocho horas. Se ha comprobado que no dormir ralentiza el
metabolismo de manera considerable.
Por último, voy a hablar de otro
error que se suele cometer, para mi uno de los más graves. Normalmente, cuando
os ponéis a dieta pensáis que es suficiente y no hacéis nada más. Mal. Vale,
siguiendo una dieta adecuada perderéis peso y volumen, en un principio se
supone que ese es el objetivo. Pero hay que tener en cuenta que tan solo con la
dieta una buena cantidad del peso que perdáis es muscular, perdéis músculo, no
sólo grasa. Además, si el problema es que tenéis el metabolismo lento, os costará más quemar grasa.
Como he dicho antes, para poder
salir del círculo vicioso en el que se puede llegar a entrar por culpa de un
metabolismo lento, hay que cambiar de hábitos. Al igual que es importante
cambiar los hábitos alimenticios, es muy
importante que añadáis actividad física en vuestra rutina diaria.
Cuidado, mucha gente piensa que
al tener un trabajo físicamente exigente ya hace lo suficiente, pero no. Por
muy exigente que sea, vuestro cuerpo está acostumbrado a esa actividad, no le
supone ningún “esfuerzo”, por decirlo
de alguna manera. Para lograr darle ese pequeño empujón a vuestro metabolismo,
tenéis que buscar una actividad extra. Mi consejo es que realicéis algún tipo
de tonificación. Buscad que vuestros
músculos crezcan (no, no estoy hablando de culturismo). Si hacemos que nuestro cuerpo se tonifique, nuestro
organismo va a necesitar más energía para moverlo, lo que hace que el
metabolismo se acelere.
Como veis son consejos fáciles.
Seguidlos y veréis como salís del círculo vicioso del metabolismo lento y
entráis en otro mucho mejor: el círculo vicioso de la vida sana. Un círculo en
el que, cuando entras, comienzas a sentirte y a verte cada vez mejor, te
motivas cada vez más, tienes cada vez más ganas de moverte... Un círculo en el
que, si entras, verás que no querrás salir. J
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