Seguro que, si lo pensáis bien,
habéis tenido más de una etapa de estreñimiento. E incluso puede que ahora
mismo estéis sufriéndolo, con todas las molestias que ello conlleva.
En los últimos días, son varias
las personas que me han preguntado por este tema: “¿por qué hay épocas en las que voy mejor y otras en las que voy
peor?”, “¿qué puedo hacer para aliviarlo?”.
Por eso el post de hoy lo dedico
a este trastorno que afecta al doble de mujeres que de hombres, el estreñimiento.
Voy a comentaros por qué suele producirse y a daros pequeños consejos para
aliviarlo.
Para comenzar, tenéis que saber
qué causas provocan estreñimiento. A
no ser que seáis del porcentaje de la población que sufre estreñimiento crónico
desde que nace (una minoría), tenéis que tener bien claro que somos nosotros
los que nos provocamos este trastorno, ya sea porque llevamos una alimentación
inadecuada, porque llevamos un estilo de vida sedentario o por lo que se conoce
como “negligencia a la llamada”.
Paraos un momento a pensar qué
es lo que os provoca este trastorno. Sólo teniéndolo claro le podréis poner
solución. Pensad en vuestro modo de vida. Seguro que muchos de vosotros vivís
estresados y no sois capaces de buscar ni un minuto para vosotros mismos:
preparar el almuerzo para los niños, llevarlos al colegio, trabajar (en muchas
ocasiones cubriendo responsabilidades que no os pertenecen), recoger a los
niños, llevarlos a las actividades extraescolares, preparar la cena… La gran
mayoría va tan estresada que, cuando sienten la necesidad de ir al baño,
deciden posponerlo para “cuando tenga
tiempo”. Sí, mucha gente es incapaz de dedicarle a su cuerpo los minutos
que necesita para estar bien.
Esto es lo que llamamos “negligencia
a la llamada”: cuando nuestro cuerpo tiene necesidad de evacuar pero no
le hacemos caso. Pensad que nuestro organismo trabaja a un ritmo. Si lo dejamos
trabajar a su ritmo regular, todo irá bien. Si no le hacemos caso, le estamos
obligando a frenar su ritmo, por lo que cada vez irá más lento y tendremos más
problemas de este tipo.
Mi consejo, el único que se
puede dar en este caso: en cuanto sintáis la necesidad, id al baño. No frenéis
el ritmo de vuestro organismo. Además, como he mencionado, nuestro cuerpo
funciona a un ritmo regular. Así que, si todos los días nos levantamos a la
misma hora y desayunamos a la misma hora, iremos al baño a la misma hora.
Veréis que, aun siendo de los que tienen cada minuto del día programado, es
fácil saber qué momento del día habéis de reservar.
Algo muy asociado al estrés
también es la alimentación. No le
dedicamos tiempo a la cocina. Comemos cualquier cosa a cualquier hora, lo que
hace que nuestro organismo pierda su ritmo natural. Sacad el tiempo para comer
bien, de manera regular. Intentad cocinar vosotros vuestros alimentos para
saber qué es lo que coméis y cómo. Y, sobre todo, comed de manera regular. Es
aconsejable que nuestro organismo no esté más de cuatro horas en ayunas. Si os
es difícil comer cuando toca porque estáis en la oficina, llevaos una fiambrera
con fruta pequeña para poder ir picando
sin moveros cuando os toque comer.
Cómo no, si sois de los que
sufrís estreñimiento por culpa de la alimentación, os he de aconsejar que aumentéis la ingesta de alimentos ricos en
fibra (frutas, verduras, arroz integral…) y que disminuyáis la de productos
refinados (bollería industrial, azúcares, harinas blancas…). También es muy
importante que os fijéis en vuestro consumo
de agua. Mucha gente consume menos de un litro de agua al día. Si no bebéis
la suficiente cantidad de agua, los residuos que creará vuestro organismo serán
secos y duros, por lo que costarán más de movilizar y expulsar. Forzaos a beber
2 litros
de agua al día, en pocos días notaréis un gran cambio.
Si, por último, sois de los que
sufrís estreñimiento por culpa de una vida
sedentaria, el consejo es muy fácil: ¡moveos!
Voy a volver al caso de la gente
que no tiene tiempo para apuntarse a un gimnasio y hacer acudir una hora al
día. Este no es motivo para no hacer ejercicio. Si trabajáis en la misma ciudad
en la que vivís, intentad no coger el coche para ir a trabajar, dejad de coger
el ascensor para todo y comenzad a utilizar las escaleras, en vuestros días
libres, haced caminatas a un buen ritmo, o trotad suavemente, o montad en
bicicleta, o id a una piscina y haced unos largos… Hay cientos de actividades,
y todas se pueden hacer con niños pequeños, no hay excusas para quedarse en
casa un día libre.
Realizando estos pequeños
cambios de hábitos notaréis no sólo que os ponéis en forma, sino que vais mejor
al baño. El ejercicio físico no sólo activa los sistemas cardiovascular y
muscular de nuestro organismo, también activa el digestivo. Intentadlo y
notaréis la diferencia.
En relación a este punto, hay
gente que me ha preguntado si hay ejercicios
específicos que se puedan realizar en casa y que ayuden a aliviar el
estreñimiento. Por supuesto, sólo tenéis que tumbaros y hacer una tabla de
abdominales.
Sí, como lo leéis. Trabajar abdominales no sirve sólo para lucir un
vientre tonificado y marcar el famoso pack
de seis (six pack). Los ejercicios abdominales activan toda la musculatura
del vientre, zona en la que se localizan los diferentes órganos digestivos.
Así, estos ejercicios ejercen una fuerza sobre los órganos y hacen que se
muevan, agilizando la movilidad de las heces a través del intestino.
Está comprobado que las personas
que realizan ejercicios abdominales de manera habitual tienen menos problemas
de estreñimiento que los que no los suelen hacer.
Además, hacer abdominales
regularmente mejora la asimilación de los alimentos y el aprovechamiento de los
nutrientes, ya que los alimentos se asimilan mucho mejor en un intestino
limpio.
Así que, ya sabéis, si tenéis
cinco minutos, haced unos abdominales. Os sirve cualquier tipo de ejercicio: crunch,
elevación de piernas, twists, plancha de pilates… Siempre que esté bien
ejecutado. Recordad que los movimientos no han de ser exagerados (el rango de
movimiento del abdomen es muy corto) y que os tenéis que concentrar en no mover
la cabeza, sino sólo el abdomen. No os empeñéis en hacer 200 abdominales al
día, no os servirá para nada. Estoy segura de que, la gran mayoría de los que
aseguran hacer tal número de abdominales, realizan más del 80% con los músculos
del cuello y el trapecio, no con los del abdomen. Nos interesa movilizar el
abdomen, así que haced unas 15 ó 20 de cada tipo (cruch, twist, elevación de
piernas) bien hechas y será mucho más efectivo a todos los niveles.
También hay estiramientos que podéis realizar en casa unos minutos al día y que
os ayudarán con este problema:
-Flexión hacia delante: no sólo estiran los músculos posteriores del
cuerpo y desbloquean el sistema nervioso autónomo haciendo que nos relajemos,
también previenen contra trastornos digestivos, gastritis, estreñimiento, escoliosis,
ansiedad, insomnio y nos ayudan a regular la acción cardiaca y la tensión
arterial.
Podemos realizar este
estiramiento de pie con los pies juntos, dejándonos caer hacia adelante y
relajándonos en el punto en el que notemos el estiramiento. Para hacerlo
correctamente, hemos de empujar con la cadera hacia arriba mientras relajamos
el resto del cuerpo. Es muy importante que no se hagan rebotes para intentar
llegar más abajo. Nunca forcéis un estiramiento. Donde notéis que vuestro
cuerpo estira (sin sentir dolor) relajaos.
También lo podemos realizar
sentados con una pierna flexionada. Para hacerlo correctamente, empujaremos con
el pecho hacia el pie de la pierna que dejamos alargada. No se trata de ir
hacia abajo, sino hacia delante. Empujad con la cadera hacia atrás y con el
pecho hacia delante teniendo la sensación de que vuestra espalda se alarga. No
intentéis llegar muy lejos, escuchad a vuestro cuerpo y relajaos donde sintáis
un estiramiento cómodo.
-Torsiones: esta posición de Yoga es excelente para prevenir la
escoliosis, el lumbago y la ciática entre otros trastornos. También procura un
masaje profundo de las vísceras abdominales, previenen la indigestión, el colon
irritable, las hemorroides y el estreñimiento.
Hay varias maneras de realizar las
torsiones (de pie, sentados, tumbados decúbito supino), pero, de entre todas,
siempre recomiendo las torsiones tumbados decúbito supino (boca arriba), ya que
para realizar una torsión correctamente nuestra espalda ha de estar
perfectamente colocada (posición neutra). Ya que vais a realizar este ejercicio
en casa y no tendréis a un instructor que os diga cómo está vuestra espalda y
la recoloque, lo más cómodo es tumbarse con los brazos en cruz y dejar caer las
piernas a un lado manteniendo los dos hombros en contacto con el suelo. Desde
esta posición dirigid la mirada al lado contrario de vuestras piernas, así estiraréis
cada músculo intervertebral.
Lo ideal sería que realizaseis
estos ejercicios una o dos veces al día y que, al terminar os hicieseis un pequeño
masaje abdominal para acabar de
favorecer el tránsito. Es muy sencillo: realizad círculos en vuestro abdomen de
derecha a izquierda (dirección del tránsito intestinal). Los círculos han de
comenzar en la espina ilíaca (hueso de la cadera) derecha, subir hacia las
costillas, seguir la forma de las costillas y bajar hasta la espina ilíaca
izquierda. No dejéis que esos círculos sean una caricia, realizadlos con una
presión moderada para hacer que se activen vuestros intestinos.
Como veis, os propongo unos
trucos sencillos y fáciles de seguir. Comed correctamente, bebed la suficiente
cantidad de agua y aparcad el sedentarismo. Seguid estos consejos, intentad
sacar unos minutos, aunque sea antes de acostaros, para realizar estos
estiramientos y automasajearos el abdomen. Notad qué es lo que pasa en vuestro
cuerpo y contadme las diferencias. J
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