Con el auge de las llamadas “carreras populares”, cada vez somos más
los que nos ponemos nuestras zapatillas y salimos a la calle a correr. Estas
carreras no sólo son cada vez más multitudinarias, sino que, además, son cada
vez más competitivas. El nivel de los participantes, en cuestión de dos años,
ha aumentado considerablemente.
Por esto mismo, la gente está
convirtiendo esas salidas que se hacían por el mero placer de disfrutar de unos
kilómetros de carrera continua en entrenamientos. Cada vez más, la gente se
fija en los tiempos que hace, y se molestan si no logran batir sus marcas en
cada carrera.
Aquí hemos de tener en cuenta
una cosa: no se aumenta la velocidad de
carrera saliendo a correr todos los días y recorriendo siempre la misma
distancia. No. Primero, lo único que se logra saliendo a correr todos los
días es sobrecargar la musculatura implicada en la actividad (sobre todo los
isquiotibiales). Lo que puede conllevar una lesión grave. Yo os aconsejaría
salir a correr unos 3 días a la semana.
Por otro lado, realizando
siempre el mismo recorrido, o corriendo siempre durante el mismo tiempo (por
ejemplo, salir a correr siempre durante una hora) a un ritmo constante va ha
hacer que ganéis fondo, sí, pero vuestra velocidad no aumentará apenas, y el
aumento será, además, muy lento.
En este post, voy a dar un
pequeño consejo a todos aquellos que llevéis ya una buena temporada corriendo
(más de un año), aquellos que ya tenéis el hábito de la carrera creado, que
tenéis una técnica aceptable y que buscáis un poco más. El consejo es muy
sencillo: ¡romped vuestra rutina!
Me explico: imaginad que salís a
correr 3 días a la semana y que corréis durante una hora a ritmo constante
(seguro que más de uno hace exactamente esto, ¿a que sí?). Dependiendo del
ritmo, durante una hora correréis entre 9 y 10 kms., ¿no? Pues os aconsejo que, uno de los días que salís
a la semana, corráis menos. Sí, pongamos que vuestro segundo día de carrera
semanal, en vez de correr durante una hora corréis 20 minutos. Veréis como el
mero hecho de correr menos tiempo (y distancia, 20 minutos os darán para unos 4
kms. más o menos) hace que, automáticamente, corráis más rápido.
Lo ideal sería que os
controlaseis con un pulsómetro. Veríais la diferencia de frecuencia cardiaca
entre las salidas de una hora y las de 20 minutos. Por supuesto, en las salidas
de 20 minutos la frecuencia cardiaca ha de ser mayor.
Cuando os hayáis acostumbrado a
este nuevo ritmo de carrera, podéis cambiar este día de entrenamiento de 20
minutos por un entrenamiento de
intervalos. Esto es, podéis fragmentar vuestra carrera de este día en “trozos” de tiempo o espacio, realizando
un descanso entre ellos.
Si tenéis la posibilidad de
entrenar en pista de atletismo, os aconsejo que dividáis los intervalos en
espacio. Sabiendo que una vuelta a la cuerda de atletismo tiene 400 metros , os será
mucho más cómodo. Así, yo, para empezar, realizaría 6 intervalos de 400 metros cada uno, con
un descanso entre intervalos de unos 2 minutos. Durante estos dos minutos no
tenéis que parar, que conste, serán dos minutos en los que correréis a un ritmo
suave para recuperar. Conforme acaben esos dos minutos comenzáis el siguiente
intervalo subiendo la intensidad durante 400 metros . Y así hasta
completar los 6 intervalos.
Si, por el contrario, no
disponéis de pista de atletismo a la que acudir a entrenar, podéis hacer esos 6
intervalos de unos 2 minutos de intensidad alta con dos minutos de descanso (lo
mismo, el descanso es una carrera a ritmo suave).
¿A qué intensidad correr esos
intervalos?
Yo los haría a un 80% de vuestra frecuencia cardiaca máxima.
Conforme os vayáis acostumbrando
al entrenamiento de intervalos, se puede seguir aumentando la intensidad, o
bien añadiendo más intervalos, o bien disminuyendo el tiempo de descanso. Otra
manera es mantener el número de intervalos pero hacerlos más largos y
corriéndolos a la misma intensidad, es decir, hacer intervalos de 3 minutos al
80% de vuestra frecuencia máxima, con dos minutos de descanso entre intervalos.
También se pueden hacer los intervalos más cortos y aumentar la intensidad, por
ejemplo, correr intervalos de 1.5 minutos al 85% - 90% de vuestra frecuencia
máxima.
Id combinando varias maneras de
entrenar en intervalos y notaréis la diferencia antes de lo que creéis.
Ahora sí, cuidado. Para trabajar
a estas intensidades necesitaréis realizar
un buen calentamiento. Unos diez minutos de trote progresivo (aumentando la
velocidad poco a poco) irían muy bien.
También hay que tener en cuenta
que tras un día de entrenamiento de
velocidad como estos, necesitaréis un día de descanso absoluto. Hacer
sesiones como estas durante dos días consecutivos os puede llevar a una lesión
grave. Hacedlo como os he comentado antes, si salís 3 días a la semana, uno de
esos tres días (y sólo uno) para la velocidad.
Como veis, es un consejo muy
sencillo. Cambiad poco a poco un día de vuestra rutina, comenzando por correr
menos tiempo/distancia y, cuando os acostumbréis, empezad con intervalos. Id
cambiando la manera de hacer los intervalos conforme os vayáis sintiendo
cómodos y veréis como, sin daros cuenta, lográis aumentar vuestra velocidad. J
Correr con los pies planos puede resultar muy doloroso y como consecuencia puede afectar el rendimiento deportivo. Para mejorar los resultados cuando se trata de correr con los pies planos tenemos los siguient wikitree.es/que-es-una-monarquia-parlamentaria/
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