lunes, 20 de octubre de 2014

FLEXIONES. CÓMO EMPEZAR A HACERLAS PASO A PASO


Como avisé ayer, el post de hoy va dedicado a todas las personas que se sienten, de alguna manera, intimidados por las flexiones, a todos los que piensan que es un ejercicio demasiado duro y que nunca llegarán a hacerlas correctamente.
Sólo quiero que tengáis en cuenta una cosa: ¡por supuesto que podéis llegar a hacer flexiones! Todo el mundo puede. Que haya personas que las hagan sin esfuerzo aparente, no quiere decir que éste sea un ejercicio selectivo, destinado sólo a que unas pocas personas lo hagamos. No. Bien al contrario, si sois constantes y os lo tomáis con paciencia podréis llegar a hacer flexiones igual que cualquier persona de esas que veis en el gimnasio haciéndolas cada día (o mejor). Sólo hay que empezar paso a paso y no tener prisa.
La evolución que os voy a decir no sólo tiene la ventaja de que os va a ayudar a hacer flexiones con una buena técnica (adquirida ya desde el primer paso), sino que, además, vais a poder hacerlo en casa, en cualquier momento.
PASO 1.- Flexiones apoyados en pared.
Este paso es el más sencillo de todos. Id al post que publiqué ayer y leed la parte relativa a la técnica correcta para hacer flexiones. Colocaos igual que explico en el post pero, en lugar de apoyaros en el suelo, apoyaos en la pared (pecho, cadera y punta de los pies pegados a la pared). Colocad las manos al lado del pecho y separadlas en función de las flexiones que queráis practicar (pectoral o tríceps), tal y como expliqué ayer. 

Una vez tenéis las manos en la posición correcta, separad los pies de la pared dando un paso atrás. Es muy importante que las manos sigan en la misma línea del pecho y que apretéis bien tanto el abdomen como el glúteo para que vuestra espalda y vuestros hombros estén seguros.
Desde esta posición realizad el ejercicio extendiendo y flexionando los codos. Hacedlo sin prisa, fijándoos bien en que las manos estén en todo momento en la línea del pecho, en que el abdomen y el glúteo no se relajan (es muy importante que mecanicéis esto para que, en el momento de hacer las flexiones en el suelo, vuestros estabilizadores tengan la fuerza y la resistencia suficiente y no os lesionéis) y en vuestra respiración, coged aire mientras flexionáis los codos y soltadlo al extenderlos, como expliqué ayer.
Haced 3 series de 10 ó 12 flexiones cada una. Con un descanso de 40 a 60 segundos entre series, ¿vale?
Cuando veáis que realizáis este paso de manera correcta, con la espalda recta y las manos en la línea del pecho en todo momento, es hora de que paséis al
PASO 2. Flexiones sobre una base elevada
En este paso lo que hacemos es apoyar las manos por debajo de donde las apoyábamos en el paso 1, ¿cómo? Fácil, apoyándolas en un lugar elevado. De esta manera trasladamos una mayor proporción de nuestro peso a las manos. Notaréis que aumenta la intensidad del trabajo y que necesitáis contraer más el abdomen y el glúteo para mantener la espalda en la posición correcta. 

Mi consejo es que comencéis apoyándoos en una superficie que no esté muy baja, como el banco de la cocina o una mesa, por ejemplo.
Mucho cuidado porque aquí es donde pueden comenzar los vicios técnicos. Si, por las prisas de llegar a hacer flexiones en el suelo lo más rápido posible, no tomáis consciencia de vuestra posición y de cómo estáis haciendo los movimientos, podéis arrastrar esos vicios hasta el final y acabar lesionándoos. Una vez más, repito, es muy importante que vuestras manos estén en línea con el pecho durante todo el recorrido, que notéis el peso de vuestro cuerpo en las manos. Como dije ayer, llevar el peso hacia las piernas al extender los codos va a hacer que os acabéis lesionando la articulación del hombro. 
No tengáis prisa, haced cada flexión a un ritmo controlado (contad hasta dos mientras bajáis y contad hasta dos mientras subís) y fijaos tanto en lo que os acabo de decir (el peso siempre sobre las manos) como en apretar bien el abdomen y el glúteo para que vuestra espalda no se arquee en la zona lumbar. Si se arquea, bajad menos. Día a día iréis ganando la resistencia necesaria para ir bajando más con la espalda en la posición correcta.
Cuando esto esté controlado y las hagáis sin problemas a esta altura (sin problemas en ningún punto técnico), es hora de buscar un apoyo más bajo. El asiento de un sofá por ejemplo (o una silla si estáis practicando las flexiones de tríceps). Aquí os fijaréis exactamente en los mismo, vuestra espalda y la posición de vuestras manos. Igual que antes, trabajad sin prisa y concentraos en cada punto técnico.
De aquí pasaréis a algún punto más bajo, como un escalón, por ejemplo. Y, cuando controléis la técnica a la perfección en el punto más bajo de vuestra casa, es hora de pasar al
PUNTO 3.- Flexiones en el suelo con apoyo de rodillas.
Sí, ya es hora de hacer flexiones en el suelo. Pero antes de hacerlas completas, os aconsejo que apoyéis las rodillas en el suelo, de manera que se forme una línea recta entre vuestras rodillas y vuestra cabeza. Si habéis seguido la evolución desde el paso 1 no hace falta que apoyéis las rodillas debajo de la cadera (cuadrupedia). 

En esta posición vais a hacer lo mismo, apretar bien abdomen y glúteo para mantener la espalda recta y segura, mantener el peso del cuerpo en las manos, es decir, mantener las manos en la línea del pecho y trabajar sin prisas.
A partir de aquí, cuando veáis que controláis vuestra posición y técnica al 100%, sólo tenéis que retaros cada día. Un día intentad hacer 3 flexiones sin apoyar las rodillas (para acabar la serie bajad de nuevo las rodillas). Dos días más tarde intentad hacer 5. Poco a poco, veréis como el día menos pensado estáis haciendo todas vuestras flexiones sin apoyar las rodillas y sin peligro ni para vuestros hombros ni para vuestra espalda. 

Una vez dominéis el ejercicio al 100% podéis incluir variantes que van a hacer que cada entrenamiento sea distinto y más divertido. Podéis apoyar los pies en alguna superficie elevada para aumentar la intensidad del ejercicio (cuidado con vuestra espalda aquí), podéis realizar las flexiones a una sola pierna, podéis apoyar las manos o los pies en alguna superficie inestable (como un fitball, por ejemplo) para aumentar así el trabajo de los estabilizadores, podéis trabajar con una mano más elevada que la otra para potenciar más el trabajo unilateral… En definitiva, hay muchas maneras de trabajar las flexiones, si queréis saber alguna en concreto sólo tenéis que preguntar, estaré encantada que enseñaros.



Como veis no es tan difícil. Sólo hace falta constancia, paciencia y consciencia postural. Si vais así, sin prisa, paso a paso, veréis como no tardaréis en preguntarme por las flexiones Spiderman o las Alligator. ¡Bienvenidos al Club de los Locos Enamorados de las Flexiones Bien Hechas! J

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