domingo, 17 de agosto de 2014

CÓMO HACER UNA DIETA EFECTIVA

En los tiempos que vivimos de estrés, de no tener tiempo, de “para cinco minutos que tengo, no los voy a perder cocinando”, de comida rápida, de las conocidas como comida basura… Es muy normal ver cómo la gente se va tapando con una capa de grasa. Una grasa indeseada, una capa que sin darnos cuenta va a aumentando haciendo caer nuestra autoestima por los suelos. No es de extrañar, pues, que la palabra dieta se esté convirtiendo en una de las más pronunciada de los últimos tiempos y, sin duda, una de las peticiones estrella en gimnasios y consultas médicas cuando se acerca el verano.
Dieta. Algo muy demandado pero a la vez muy temido: “sé que voy a pasar hambre, pero tengo que hacerlo”, o, como si fuese lo peor que nos puede pasar “este fin de semana voy a darlo todo que el lunes empiezo la dieta”. Y a las pocas semanas, la decepción de no perder el peso que querías te hace abandonar. Y si has perdido lo que la dieta te prometía, lo más seguro es que sufras la humillación de recuperar en poco tiempo lo perdido o, mucho peor, recuperar más peso del perdido.
Todo esto ocurre porque, sinceramente, la gente tiende a tener un concepto muy equivocado de lo que es una dieta, la enfoca mal, confía en cualquier cosa debido a la desesperación por perder peso… Por eso hoy voy a hablaros de las dietas, voy a daros unos consejos básicos para que podáis seguir una dieta totalmente efectiva, con la que perder lo que sobra sin recuperarlo.
El primer error que se suele cometer es pensar que la dieta sólo se hace cara al verano. No. El sobrepeso y la obesidad pueden acarrear graves problemas de salud. No hemos de pensar en una dieta como en algo que nos va a hacer lucir bien el bañador. Hay que empezar a cambiar la mentalidad ya. La dieta es algo que va a hacer que nos encontremos bien por dentro. Algo que, sin duda, se notará por fuera. Así es que, si notáis que os sobran unos centímetros, no esperéis a Mayo del año que viene, no esperéis siquiera al lunes, comenzad la dieta ya, en cuanto la tengáis en la mano. Y, sí, se pueden empezar dietas en pleno verano. Por otro lado, hay que tener en cuenta que los resultados reales, los buenos, los que van a hacer que no recuperemos los centímetros perdidos, son a largo plazo. Todas esas dietas milagrosas que te venden resultados espectaculares en pocas semanas son en realidad dietas trampa. A parte de poder poner en peligro vuestra salud, tienen un efecto rebote muy grande, es decir, no tardaréis en recuperar el peso perdido… O más.
Otro gran error es pensar voy a pasar hambre. Si una dieta te hace pasar hambre no la hagas, seguro que se trata de una de las dietas trampa que he nombrado antes. Para ser efectiva una dieta ha de tener un mínimo de cinco comidas bien repartidas a lo largo del día, en las que se ha de comer de todo: hidratos de carbono, proteínas, vitaminas, minerales y grasas (sanas) en la justa medida. Todo es necesario para que nuestro organismo funcione correctamente y esté sano. Así, dejad de pensar en una dieta como en algo que os va a matar de hambre, no. Una dieta es algo que os ha de enseñar cómo alimentaros para estar bien.
Éste es uno de los peores errores que se comenten: voy a hacer la dieta que está haciendo Fulano, que ha perdido ya X kilos. ¡¡CUIDADO!! Vamos a tener en cuenta que cada persona es un mundo. Cada uno tiene una envergadura única, cada uno tiene unas condiciones de salud únicas, cada uno realiza actividades físicas diarias distintas a las de los demás, cada uno realiza un trabajo distinto al de los demás… Todo esto, TODO, ha de ser tenido en cuenta cuando se os haga una dieta. Me da igual que la dieta la escriba un famoso doctor, me da igual que la haya diseñado el preparador físico del famoso de turno y se publique en todas las revistas pregonando lo bien que le ha ido, me da igual se la hayan mandado a tu vecino del quinto y le haya ido muy bien… La dieta que te va a ir bien a ti sólo tiene un nombre, el tuyo. Con esto quiero decir que tú no eres tu vecino del quinto, ni mucho menos eres el famoso de turno que sale en las revistas, lo que les han prescrito a ellos puede no ser muy bueno para ti, y que al famoso doctor que escribe un libro, no le preocupa si tienes hipertensión, o si sufres diabetes, ni si tu trabajo es muy activo o sedentario, le da igual si vas al gimnasio o te pasas la tarde tumbado en el sofá. Sólo le preocupa llenarse el bolsillo vendiendo libros.
El mejor consejo que os puedo dar a este respecto es que os pongáis en manos de un especialista. Y cuando digo especialista no me refiero al médico de cabecera. Los médicos de cabecera suelen dar dietas tipo, es decir, básicas. Completas, sí, pero estamos en el mismo caso, le dará la misma dieta a cualquiera que le pregunte. Me refiero a que os pongáis en manos de un endocrino o un nutricionista. No os fiéis de cualquiera que se crea saber lo que hace simplemente porque lee muchas revistas de nutrición y deporte, se dejará llevar por las modas, que suelen hacer que las dietas estén muy descompensadas en algún macronutriente, y las dietas no son moda, son salud. O, una vez más, te copiará la dieta del deportista del momento sin tener en cuenta que tú no eres ese deportista. Sólo los endocrinos y nutricionistas te harán un estudio completo, te medirán y te harán TU DIETA. Una dieta que te hará sentir bien, te sentará bien, te educará y te funcionará.
Cómo no, os tengo que aconsejar que complementéis la dieta con actividad física. No sólo notaréis antes los resultados, sino que, además, los resultados serán mucho mejores. Una dieta acompañada de sedentarismo os puede hacer perder centímetros, sí, pero no sólo será un proceso muy lento, el cuerpo se quedará flácido, flojo. Seguro que más de uno se lo ha imaginado y ha puesto cara de disgusto, ¿verdad? Por lo general, cuando decidimos hacer dieta, el objetivo no es sólo perder centímetros, sino quedarnos firmes, ¿no? Duros. Esto se logra con el ejercicio. Salid a correr, en bicicleta, id a nadar, apuntaos a un gimnasio… Cuando empecéis a ver los resultados me lo agradeceréis.
Con el siguiente consejo seguro que muchos se llevan las manos a la cabeza: no os peséis. Aparcad la báscula y no os obsesionéis con el peso. Hacer dieta no se trata de perder peso, se trata de perder centímetros. Centímetros de grasa. Los que sobran. Si hacéis las cosas conforme os estoy diciendo para que los resultados sean buenos (hacer una dieta llevada por profesionales y complementarla con deporte) os podéis llegar a asustar porque es muy probable que ganéis peso. Al tonificar los músculos, éstos pesan más y la grasa que se pierde no pesa a penas, aunque abulta mucho. Para que lo veáis de una manera gráfica: imaginaos un kilo de esponjas y un kilo de piedras de río. Pesan lo mismo pero, ¿qué ocupa más espacio? Lo ponemos todo (2kgs) en una bolsa. Las esponjas serían nuestra grasa corporal, las piedras el músculo. Gracias a la dieta y al deporte logramos perder grasa, digamos que quitamos cinco esponjas, pero tonificamos músculo, digamos que ponemos dos piedras… Podrás ver que la bolsa abulta menos, ¿no? Pero pésala. Seguro que pesa algo más. Esto es, a grosso modo, lo que pasa con nuestro cuerpo al combinar adecuadamente dieta y actividad física.
A esto se suma la obsesión de llegar a un peso. Hay mujeres que quieren llegar a pesar 52 kgs. pese a quien le pese. Si os empeñáis en un peso y día a día veis que no  llega, e incluso que pesáis más, os llegaréis a desilusionar y lo abandonaréis todo. Pensad que no existe el peso ideal. Para mí existe una forma ideal que sería un cuerpo delgado, pero no flaco, tonificado, no flácido. Pese lo que pese ese cuerpo me da igual. Mucha gente se sorprende al saber que peso 60 kgs. Se piensan que peso mucho menos porque no me sobran centímetros. Y estoy feliz con ese peso porque es un peso sano. De eso se trata… En serio, dejad el pesaje para cuando os toque cita con vuestro endocrino o nutricionista. Viviréis más relajados.
Por último, como no, aconsejaos paciencia. La buena dieta no da resultados de una semana a otra. La buena dieta va poco a poco pero los resultados se mantienen toda la vida, y por supuesto sed constantes, aunque veáis que va poco a poco no os rindáis, seguid adelante. No os arrepentiréis.



Como veis no es difícil. Sólo es necesario querer hacer las cosas bien, querer ver resultados a largo plazo, querer llevar una vida sana… Como se dice por ahí, querer es poder y, sí, así es. Visitad a un buen especialista, escoged una actividad que os guste, o varias, y… ¡¡A disfrutar de una vida sana!! J

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