domingo, 8 de febrero de 2015

MEJORA TU SALUD ESTIRANDO


Si estoy harta de ver algo en todos mis años de profesión, es gente que, tras entrenar, se va a la ducha sin estirar. Esa gente no se da cuenta, pero esa mala costumbre no le hace ningún bien a su cuerpo.
Sinceramente, no sé por qué la mayoría de la gente le quita importancia a los estiramientos. Sí, cada vez la sociedad está más mentalizada de la importancia de realizar alguna actividad física diariamente. Cada vez son más las personas que notan los beneficios del ejercicio, tanto en su físico como en su salud. Pero cada vez son menos las personas que dedican unos minutos de su tiempo a estirar y, la mayoría de los que estiran lo hacen mal y demasiado rápido.
Cada vez que pregunto a alguien por qué no estira, recibo respuestas tipo “no tengo tiempo” o “ya he entrenado que es lo importante, ¿para qué voy a estirar?”. Sí, la mayoría de gente piensa que estirar no es importante, que lo único importante es hacer ejercicio. Pero os equivocáis por completo. Estirar es tan importante para nuestra salud como hacer ejercicio.
Al hacer cualquier tipo de ejercicio forzamos nuestra musculatura, que se contrae y expande de forma repetitiva. Así, si después de entrenar no les ayudamos a volver a su forma natural, los músculos se quedan contraídos, rígidos. En cuestión de poco tiempo los músculos comienzan a acortarse, cada vez están más rígidos. Es cuestión de tiempo que ese músculo se lesione, y no hablo sólo de contracturas (la lesión muscular más típica), estoy hablando de roturas fibrilares e, incluso, lesiones tendinosas graves.

Sí, lo habéis adivinado, todas estas lesiones son dolorosas y requieren su tiempo de reposo absoluto. Hay algunas que requieren intervención quirúrgica y, en algunos casos, pueden quedar secuelas (reducción de la movilidad del músculo dañado).
La manera de evitar estas lesiones, como ya he dicho, es ayudar a nuestros músculos a que recuperen su longitud original tras cada entrenamiento. ¿Cómo hacerlo? Fácil, estirando.
Pensad que un mínimo de estiramientos realizados correctamente, nos ayuda a eliminar la tensión que le hemos imprimido a nuestros músculos durante el entrenamiento ya que ayuda a relajar las fibras contraídas.
Los estiramientos también nos ayudan a drenar la musculatura implicada en el entrenamiento. Sí, cuando estiramos ayudamos a que todos los deshechos producidos por nuestra musculatura durante el esfuerzo lleguen al sistema linfático más rápidamente, eliminándolos con más facilidad.
Al estirar también estimulamos la circulación sanguínea, por lo que nuestros músculos reciben tanto el oxígeno como los nutrientes necesarios tras el esfuerzo sin ningún tipo de problemas. Así, se acelera el proceso de recuperación tras el entrenamiento.

Ahora, no penséis que estirar sólo es necesario si haces algún tipo de actividad física. Estirar es necesario tanto si realizas deporte como si no, ya que ayuda a prevenir y/o retrasar la aparición de enfermedades como la artrosis, que reducen considerablemente la movilidad articular. Al estirar llevamos a las articulaciones a su grado máximo de movilidad fisiológica, algo de vital importancia para prevenir la degeneración articular que lleva a este tipo de enfermedades.
Muchos de los dolores de espalda que se sufren por una mala posición corporal, por estrés, tensiones…, podrían evitarse realizando unos estiramientos de los músculos afectados cada día. Además, al estirar, tonificamos los ligamentos y revitalizamos los músculos de la espalda, con lo que mejora de forma notable la posición y la estabilidad de nuestra columna vertebral.
Como ya he comentado, al estirar se estimula la circulación sanguínea. Esto no es bueno únicamente para recuperarse tras un entrenamiento. También nos ayuda a prevenir y combatir problemas circulatorios como las varices y la celulitis.
Además, no sólo aumenta el riego sanguíneo en los músculos, también aumenta la irrigación sanguínea en los huesos y articulaciones que rodean al músculo estirado. Con lo que aumenta el aporte de nutrientes como la vitamina D y el calcio a estas zonas. Nutrientes muy importantes para prevenir la pérdida ósea que se produce en procesos como la osteoporosis.

Como veis, es muy importante para nuestra salud que estiremos, tanto si hacemos deporte como si no. Lo malo es que hay personas que, por falta de flexibilidad, creen que no van a poder estirar. Eso no es así.
Como siempre digo, cada persona es un mundo. Hay gente que tiene más flexibilidad que otra. Pero tener poca flexibilidad no significa que estéis incapacitados para estirar. Tenéis que quitaros de la cabeza la idea de que si no tocáis los pies con las manos no estáis estirando. Para estirar una zona, lo único que hay que hacer es realizar el movimiento adecuado para ello escuchando a tu musculatura. Cuando notes el estiramiento, para y relájate en esa posición. Relaja la respiración y la musculatura que estás estirando. Verás como no sólo te encontrarás mejor, sino que, además, sin darte cuenta, con el tiempo, irás ganando esa flexibilidad que dices que no tienes. Porque sí, la flexibilidad, al igual que se pierde si no estiras, se puede ganar si estiras correcta y asiduamente.
A la pregunta “¿obtendré los mismos beneficios yo que una persona más flexible?”, la respuesta es sencilla: Sí. Si los estiramientos están bien hechos, tendrás exactamente los mismos beneficios tanto si te doblas en dos sin problemas como si no llegas a tocarte las rodillas cuando estiras.

Ahora, cómo saber si estás estirando bien. El mejor consejo que os puedo dar es que consultéis con el instructor de vuestro gimnasio, con vuestro entrenador o con algún conocido titulado en la materia. Ellos os podrán decir exactamente cómo estirar cada músculo de manera correcta. Si no conocéis a nadie, o los instructores de vuestro gimnasio no os dan confianza, o son de los que no dan importancia a los estiramientos, os aconsejaría que comenzaseis a entrar a clases de Pilates, Yoga, Stretching o Body Balance, clases en las que notaréis no sólo un trabajo muscular diferente (siempre hay que retar a nuestro cuerpo con maneras distintas de trabajar), sino también todos los beneficios de un buen estiramiento bien realizado.

Mientras buscáis este tipo de clases por vuestra zona, los consejos que os puedo dar desde aquí para que estiréis correctamente son:
-                      No rebotéis. Hay gente que, con la obsesión de querer llegar más lejos en el estiramiento, realiza pequeños rebotes mientras estira. Esto es un gran error, ya que, con ello, se contrae el músculo, no se estira. Así, no sólo lo acortaremos más, sino que, además, lo podemos lesionar. Recuerda, una vez notes el estiramiento para y relájate. Nunca fuerces, no quieras llegar más lejos.
-                      No debéis sentir dolor. Si en vez de notar un estiramiento cómodo, lo que notáis es dolor, es señal de que estáis forzando el músculo a llegar donde no puede.
-                      No estiréis en apnea. Es decir, no dejéis de respirar cuando estéis estirando. La respiración es vital para poder relajar el músculo que queremos estirar. Haced que vuestra respiración sea suave y tranquila cuando estéis estirando.
-                      Los estiramientos antes de entrenar han de ser cortos y suaves. No es bueno empezar un entrenamiento con el músculo muy estirado. El estiramiento fuerte ha de ser después del entrenamiento, para lograr todos los beneficios que he mencionado antes.
-                      Cuando estiréis, mantened la posición en la que notéis un estiramiento cómodo durante unos 30 segundos.
Como veis, estirar es tan importante para nuestra salud como hacer ejercicio. Sólo hay que buscar unos minutos, y eso no es tan difícil como creemos. Seguro que no pasa nada si apagáis la tele 10 minutos antes por la noche. O, incluso, podéis colocar vuestra esterilla y estirar mientras veis vuestro programa preferido.


Cualquier momento, cualquier lugar es perfecto para estirar. Sólo necesitáis saber hacer bien el movimiento y dedicarle unos minutos al día. Unos minutos que, sin duda, tu salud agradecerá. J

No hay comentarios:

Publicar un comentario